¿Y si el pequeño de los Tres Cerditos tenía razón ;)?

¡Muy buenas tardes!

A estas alturas de la vida (léase capitalismo ;) tod@s deberíamos revisar nuestros valores y sistemas de creencias.

Vale, vale... me ha quedado demasiado reaccionario, qué bruta soy; tenéis razón =).

Si es que no tengo conocimiento; lunes por la mañana (en el momento de escribir estas  palabras), termómetros arriba y yo soltando bombas como estas... disculpadme; llevo ya varias horas dándole vueltas al tema y lo he escrito tal cual me rondaba por la mente.

Pero es que ayer descubrí todo un mundo de posibilidades paralelas y me ha faltado tiempo para venir a contároslas.

¿Sabíais que se pueden construir casas con balas de paja?

Como en el cuento de los Tres Cerditos (la asociación no es nada original, lo sé...), seguro que tod@s lo conocéis; sí hombre, ese en el que los tres hermanos cerditos se construyen una casa cada uno: el pequeño de paja, el mediano de madera y el mayor de ladrillo (esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas) y cuando aparece el lobo feroz (desde aquí un saludo para ese maltratado colectivo que no eligió ser depredador ;) a golpe de soplos derriba sin dificultad las casitas de paja y madera; por lo que los hermanos mediano y menor tienen que correr a refugiarse en el sólido caserón del hermano mayor que les suelta todo un discurso poblado de reproches y egocentrismo mal disimulado del que no es complicado deducir que con trabajo, esfuerzo y ladrillo...

nada puede salir mal ;)

Ahora que las cosas han evolucionado, que la realidad ha dado un giro (los españoles conocemos bien el tema...) y nos hemos hecho socios del lobo para pagar nuestro piso de ladrillos; hemos visto que lo que el cánido pretendía no era derribar la casa soplando, sino más bien quedarse con ella.

Vistas así las cosas...

¿no deberíamos replantearnos las alternativas de los otros dos hermanos cerditos =)?

Las casas fabricadas con balas de paja (os prometo que no tenía ni idea) son -además de muchísimo más económicas- ecológicas (tienen un balance negativo de emisión de CO2), aptas para ser autoconstruidas (ojo al dato), requieren una ínfima elaboración y gasto de energía, son resistentes a terremotos y además, usando paja en la construcción -ese excedente agrario tan común-, conseguiremos un excepcional aislamiento térmico y acústico (¡al parecer en su interior hay una temperatura constante de 18-20º!). 

Esta es la 'Maison Feuillette', construida en Francia en 1921; es la casa de balas de paja más antigua de Europa:

Indagando sobre la construcción con balas de paja me he topado con el interesante blog 'Nuestra casa de paja' (aquí, clic), donde una pareja de alicantinos nos cuentan cómo con la ayuda de voluntarios, paciencia y mucho esfuerzo...

¡construyeron ellos mismos su propia casa de paja!

No dejéis de visitarlo porque el proceso es realmente fascinante.

Y hablando de revisar todo nuestro sistema de creencias... lo que a mí en estos momentos realmente me preocupa es si habré entendido mal toda la filosofía contenida en los cuentos infantiles:

¿Y si el 'síndrome de Peter Pan' más que una actitud a evitar es una filosofía de vida a imitar?

¿Y si en realidad no existe la dualidad entre Princesa y Cenicienta?

¿Por qué nadie le dijo al Patito Feo que la belleza no es más que una manifestación del interior, una sonrisa, los zapatos adecuados y un poco de 'rouge'?

Decidme;

¿Sabíais de la construcción de casas de paja?

¿Qué opinión os merecen?

¿Creéis que Caperucita era consciente de lo provocativo de su capa ;)?

Besos,

Ingrid

*Imágenes: Stockxchng, Pinterest, We heart it & Google