Muy buenas tardes chic@s;
Ayer fui a la pelu.
Y fui porque la cosa ya empezaba a tener delito. Vamos, que llevaba una pinta... (¡una pinta!) que fácilmente podía haber sido objeto de denuncia.
Aunque -a decir verdad- buenos motivos tenía yo para alargar el momento, porque la última vez que había ido...
¡por poco salgo de allí hecha una Marilyn =S!
Os juro que no estoy exagerando.
'Mira qué bonito te ha quedado el color' me dijo ella.
'¿Bonito?' Pensé yo; '¿BOOONIIIITO?'
Escenas de lo más macabras desfilaron por mi mente en cuestión de segundos al verme con el pelo casi platino... pero logré reprimir las ganas de desmontarle la peluquería y -con toda la serenidad que fui capaz de encontrar- le dije: 'arrrrréglame essssto ya'.
Mientras ella buscaba soluciones y yo hacía equilibrios por los bordes de la cordura y el desespero, llamé a mi madre para contarle la desgraciada situación en la que me encontraba (siempre hablando al revés, claro; ya sabéis que en mi casa tenemos ese idioma particular... 'Am, m'han xatdei tafe una lynriMa... li he chodi que on, que ni de nyaco, que no me voemu de quia fins que me nitor el lorco malnor als llosbeca...') segura de que sus palabras eran lo único que podía devolverme mi desaparecida estabilidad emocional.
Y lo hicieron, vaya que sí: '¿Marilyn, tú? Lo que faltaba... debes parecer una fulana...'.
Así que ayer -harta de que pelucas platino y vaporosos vestidos blancos monopolizaran mis pesadillas nocturnas- me presenté en la pelu dispuesta a superar el trauma con un arsenal de fotografías de Gisele Bündchen y su estupenda melena degradada.
Lo hablamos (el poder del diálogo... ;), analizamos colores (resulta que mi base natural es rubio medio con un toque ceniza... qué complicada es la vida pordioss), pactamos una tregua (que conste que lo digo en broma; en realidad, además de ser una gran profesional -y tener mucha, mucha paciencia- es también encantadora... no creo que me leas, K; pero espero que sí sepas lo mucho que te debo ;)
y, esta vez sí, me fui de allí estupenda XD
Os cuento todo esto porque mientras me lavaban la cabeza... aproveché para meditar esta entrada que os escribo hoy =)
Porque a pesar de lo que pueda parecer, el motivo de este post (y también el de algún otro que vendrá ;) es daros algunas ideas para que vuestros menús navideños vayan acompañados de 'ohhhhs', 'ahhhhs' y también muchos 'mmmmmms'.
Esta es la primera de mis propuestas =)
Empezaremos por la más clásica de todas; la de 'las apuestas seguras' (por lo menos en la mesa de mi casa ;), aunque también es cierto que quizás es la menos arriesgada...
-Los 'pros':
Están de vicio. No requieren demasiada técnica. El coste final del plato es muy asequible.
- Los contras:
Hay que prepararlos al momento. Tenéis que valorar vosotr@s mism@s vuestra resistencia... ¿seréis capaces de controlar el punto de caramelizado de la cebolla con la suegra y los sobrinos rondando por vuestra cocina? Si es así tenéis toda mi admiración; sois un@s valientes.
-Los 'pros':
Es un clásico que a nadie deja indiferente. La salsa se puede preparar con antelación y el roast beef también; sólo tendremos que calcular bien los tiempos y la temperatura.
- Los contras:
Para mí básicamente son dos: el primero que hay que conocer muy bien a nuestro horno para dominar el ajuste de tiempo/cocción.
El segundo es que todo el mundo tiene su paladar en cuestiones de cocción de la carne: yo lo tomo 'bleu', mi padre 'saignant', J y mi madre 'à point' y sus padres 'bien cuit'.
Ya me diréis a ver cómo lo montamos...
Hablamos de él por primera vez aquí; pero últimamente he estado experimentando con los 'coulanes' y no quiero dejar de comentaros unos matices que, desde mi punto de vista, mejoran notablemente el resultado final.
Los ingredientes (para 6 unidades)
- 150 grs. de chocolate 'fondant' + 36 gramos adicionales (que yo divido en unidades de 6 grs. y pongo un par de horas antes en el congelador)
- 100 grs. de mantequilla (vale margarina)
- 80 grs. de azúcar
- 50 grs. de harina
- 4 huevos medianos
¿Cómo lo hago?
No es nada complicado hacerlos:
- Precalentamos el horno a 200º. Engrasamos los moldes.
- En un bol al baño maría (o en el microondas, pero controlando cada pocos segundos) ponemos a derretir el chocolate con la mantequilla.
- Separamos yemas de claras y trabajamos las primeras con el azúcar hasta que doblen el volumen. Añadimos la harina y trabajamos hasta homogeneizar.
- Montamos las claras a punto de nieve y reservamos.
- Agregamos a las yemas la mezcla (completamente derretida) del chocolate con la margarina y batimos. Añadimos las claras con movimientos envolventes.
- Repartimos la mezcla en los moldes y (ojo que ahora viene el truco); en el centro de cada uno de ellos, ponemos 6 gramos de chocolate (de ese que teníamos en el congelador).
Con esto conseguiremos un delicioso corazón de chocolate derretido al hornearlos (por cierto, yo 8 minutos a 200º) que, para mí...
acerca aún más el 'coulant' a la categoría de celestial ;)
-Los 'pros':
Está buenísimo. Lo podemos preparar con antelación y luego calentar antes de servir (ojo con el tiempo de microondas, menos de un minuto a máxima potencia debería bastaros). Lo podemos acompañar con nata, con helado (vainilla, avellana, caramelo, pistacho, etc.) con chocolate caliente...
- Los contras:
Admito que estaré faltada de objetividad... pero para mí no existen ;).
Bueno, hasta aquí mi primera propuesta culinario-festiva. Contadme ahora:
¿Qué recetas tenéis pensadas para estas Navidades?
¿Qué os parecen estas alternativas?
¿Es o no es una santa mi peluquera XD?
Por supuesto, aquí estoy para cualquier duda que os pueda surgir =)
Besos,
Ingrid
*Imágenes: Pinterest y fuentes citadas en los posts indicados.