¡Buenos días!
Nunca he soportado no entender, dominar y someter a las máquinas que tengo alrededor... (lo sé, lo sé... soy consciente de las muchas pistas que da esto acerca de mi lado -digamos- más 'oscuro' =).
Por otra parte, cuando necesito comprar cualquier artilugio -sea de la índole que sea-, procuro hacerme con el ejemplar más completo que haya en el mercado... y justo por eso cuando fue el momento de comprar el horno disfruté durante una larga temporada examinando, estudiando y descifrando todas las características 'horniles' habidas y por haber... hasta conseguir un completo máster en la materia.
Y sí, tenemos un horno que hace de todo... es pirolítico, sideral y supercalifragilistico ;)
Pero...
Pero había un par de extras (una especie de rectángulo raro y un punzón con unas curiosas piezas en el medio) que me tenían de lo más intrigada e hipnotizada; cada vez que hacía limpieza de cajones sacaba -cual objeto extraño de culto esotérico- las piezas y le preguntaba a Mr.J;
¿Para qué diablos servirá esto?
Desolados, no acertábamos a encontrar respuesta a tan misterioso enigma; hasta que el tiempo libre vino de golpe y pudimos dedicarnos sin prisa a semejante menester...
Y así fue como yo, manual en mano (con la dificultad añadida de que 'mon Dieu!'... ¡viene en francés!), Mr.J de ingeniero mecánico en funciones, un par de tazas de café y mucho tiempo por delante nos metimos a desentrañar la naturaleza del aparatejo =)
Después de un buen rato, varias tazas de café y algunas risas más tarde...
¡Eureka!
Logramos erradicar la ignorancia, el desconocimiento y los desvelos 'cajonísticos'. Finalmente ostentábamos 'El Poder' =)
La cosa no se hizo esperar; al cabo de un par de días me hice con un pollo (majo y sanote, de estos criados con maíz) y me dispuse a prepararlo 'al ast'.
Los ingredientes
- Un pollo (de unos dos kilos, aproximadamente)
- Un limón
- Hierbas aromáticas: tomillo en cantidades industriales ;) y algo de orégano.
- Sal, pimienta negra y un poco de aceite de oliva
¿Cómo lo preparé?
Es de lo más sencillo:
- Pedí que me dieran el pollo limpio, vacío y preparado para asar en el horno.
- Le puse dentro el limón y una parte importante del tomillo (vi que el agujero era demasiado grande y cerré parcialmente con palillos).
- Salpimenté a conciencia.
- Lo ensarté -convencida, risueña y triunfante- en el punzón de asar ajustando los pinchos al contorno y lo dispuse en el horno.
- En un bol puse un buen chorro de aceite de oliva, el orégano y el resto del tomillo y pincelé poniendo especial cuidado en que todas las partes quedaran cubiertas.
- Programé el horno en la función de asar (rotación, 185 grados) y lo dejé asando durante casi un par de horas.
Este fue el resultado:
Lo degustamos en su configuración más clásica; es decir, nos lo comimos con los dedos, salsa mayonesa y unas patatas 'chip'.
Y os aseguro que disfrutamos como nunca (¡mmmmmmmmhhhh! ;)
¿Qué os parece?
¿Os habíais aventurado a hacer 'pollo al ast' en casa?
¿Cómo os lleváis con vuestro horno ;)?
Besos,
Ingrid
Edito: ¡¡¡¡Hoy tenemos fiesta virtual en Carolina Artesanías!!!!No dejéis de pasaros por su blog (clic). El síndrome postvacacional hace que vaya algo más despistada de lo normal y no me haya acordado hasta el último momento... pero, bueno; alguien tenía que traer algo para comer, ¿no ;)?
*Imágenes vía Google, We heart it & 'more than Chic'