'Fengshuiza' tu armario (Primera Parte)

¡Buenos días!

Hoy vamos a tratar de empezar a 'fengshuizar' nuestros armarios... que ¿para qué?, pues aunque no lo parezca, el 'feng shui' de hoy tiene una importancia clave en nuestra economía (y más con los tiempos que corren...S=) porque tener los armarios armonizados...

¡Es clave para atraer prosperidad y abundancia a nuestras vidas ;)!

Tal cual os lo digo =). Puede que suene a 'cuento chino' (nunca mejor dicho...=), pero aún así, ¿no creéis que merece la pena intentarlo?

Lo haremos en dos sencillos pasos; el primero -que es el que trataremos hoy-  va a ser cómo adoptar una actitud 'fengshuista' ante tu armario.
Y el segundo (que veremos más adelante) es la parte que a mí me suele gustar más... ¡limpiar y ordenar =)!

Empezaremos por analizar la actitud, el planteamiento racional y la base psicológica del 'feng shui' para estos casos.
Se trata de 'interiorizar' un poco el concepto, no sólo de ponerlo en práctica una vez cada seis meses cuando, debido al cambio estacional, decidimos poner orden en los armarios... =) 

El razonamiento que se hace en 'feng shui' es diferente del planteamiento occidental, ya que la filosofía oriental parte del vacío.

Pero no del 'vacío' como 'nada', no; entienden el 'vacío' como un espacio lleno de posibilidades, mágico, en el que puede darse todo aquello que tú quieras o seas capaz de atraer. (Es curioso como este planteamiento milenario coincide con las más modernas investigaciones en física cuántica...)

El punto de partida es: 

Si quieres que algo nuevo aparezca en tu vida,

¡haz espacio para recibirlo...!

No me malinterpretéis: la filosofía oriental siempre encuentra el equilibrio en el enfrentamiento de opuestos; por ello, tan importante es 'vaciar' como 'llenar', lo que ocurre es que a nosotros nos ha tocado vivir en la parte del mundo que (para bien o para mal...) se ha dedicado, más bien, a 'llenar' =).

 

Como todo planteamiento, el ejercicio de 'vaciado' genera las más diversas posturas ideológicas: por un lado están los radicales más absolutos, que defienden con vehemencia el 'si hay algo en tu armario que no usas desde hace un año: tíralo sin miramientos'.

Por otra parte, y en el polo opuesto de esta línea de pensamiento, se encuentran los que les cuesta un poco más desprenderse de las cosas y que, por ello, cuando se ponen a 'fengshuizar el armario' solamente se deshacen de aquella camisa que ya está transparente por el uso y ha perdido la mitad de los botones...

Yo creo estar en el punto intermedio de ambos razonamientos (o por lo menos, lo intento...=).

Porque cuando he sido una 'anarquista desprendida y radical' me he arrepentido con el tiempo (recuerdo especialmente un bolsito cruzado de 'Loewe' que di en un ataque de 'feng shui' de lo más furibundo y que en más de una ocasión me hubiera gustado recuperar, o  aquel pañuelo floreado de lana de excelente calidad que tenía mi madre y que en una cruzada 'fengshuista' lo mandamos 'a los leones' y ahora estaría de plena actualidad...) y cuando me he comportado de la forma contraria, guardando cosas 'porque nunca se sabe...' he acabado con la casa llena de cosas inservibles, pasadas de moda o de difícil recuperación.

Así que ahora he intentado encontrar mi propio equilibrio.

Y ¿sabéis cómo lo he hecho?, pues la verdad es que me he parado un momento a valorar lo que ya tengo en el armario, tomándome un tiempo para 'profetizar' si aquella pieza tiene un futuro asegurado; ya sea porque es una pieza atemporal, porque es de buena calidad o porque va tanto con mi estilo que difícilmente va estar realmente pasada de moda para mí (este sería el caso del abrigo 'vintage' del que os hablaba aquí).



 

Las cositas que suspenden esta primera selección pasan un segundo examen: ¿qué puedo hacer yo con esto? o ¿es tan feo (o cutre...) que ya no admite transformación?

(Os contaba aquí que de una tarde de limpieza de armarios salió la idea de mis 'Kikus'.)

 

Y si no aprueban esta segunda fase...  se quedan (pero ya no en el armario...) sólo si es para hacer trapos, que si ni para eso sirven...

¡FUERA!

Hemos de entender y asimilar la importancia de deshacerse de lo viejo; porque lo que viene a representar es la capacidad para evolucionar y aceptar el cambio hacia la prosperidad y hacia lo nuevo.

Piensa que cuanto menos estés dispuest@ a vaciar, inconscientemente menos dispuest@ estas a cambiar.

Con esto no quiero deciros que para tener un armario con buen 'feng shui' empecéis a tirarlo todo como un@s poses@s... el 'feng shui' no tiene que ser rígido, hay que adaptarlo a cada uno y cada persona debe ser consciente de lo que realmente está 'fengshuizando', ¿me explico =)?

Yo soy de la opinión que lo importante es la correcta interiorización del concepto; si nos deshacemos de 'x' jerséis/blusas/faldas/bolsos es relativo y secundario.
No creo que la clave esté en cuantificar lo que tengo en el armario sino más bien en saber qué, cómo y por qué lo tengo.

Lo demás... ¡vendrá solito!

Y ahora decidme,

¿Miraréis con otros ojos vuestros armarios?

¿Qué os parece este planteamiento del 'feng shui'?

Besos,

Ingrid

*Imágenes Google y We heart it