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miércoles, 30 de mayo de 2012

El Feng Shui de tu escritorio (1ª Parte, editado)

¡Muy buenos días!

Hace ya algún tiempo que me pedís que postee sobre el 'Feng Shui' de la oficina.
Dicho así 'elfengshuidelaoficina' parece que la cosa pueda resolverse con cuatro pinceladas pero...

nada más lejos de la realidad ;)

No; el Feng Shui que deberíamos aplicar en las oficinas es algo complejo que abarca diferentes actuaciones que muchas veces no está en nuestra mano modificar (a ver... ¿quién es el guap@ que se atreve a ir a cambiarle los muebles de sitio al jefe-director? ;) o que incluso no tienen solución (por lo menos a corto plazo... si la empresa se acaba de trasladar a un edificio nuevo, ¿quién es el valiente que le dice a su jefe que habría que derribar el edificio entero y volver a construirlo? o ¿quién tiene agallas para sugerirle al director financiero que lo mejor para la salud económica de la firma es revestir el edificio de paneles de cristal en su totalidad para contrarrestar el efecto letal de ese viaducto que pasa por ahí cerca?).

Pero al igual que somos dueños de nuestra vida (aunque a veces no nos lo parezca), somos también dueños de nuestro espacio de trabajo

y es precisamente esa parcela concreta en la que vamos a empezar a intervenir ;)

Voy a proponeros un juego...
Imaginad que la vida es una cadena de factores, en la que todo lo que nos ocurre es producto de una acción que previamente hemos realizado.
Vamos a eliminar el azar de la ecuación y vamos a llevarlo todo a un plano superlativo.

¿Preparad@s?

Mira tu escritorio. No lo juzgues (juzgarlo a él es juzgarte a ti mism@... y ese es un hábito que tod@s deberíamos desterrar), sólo míralo intentando fijar en tu retina todas esas carpetas amontonadas, esa pila de papeles que una vez fueron amigos y ahora ya sólo son completos desconocidos para ti, esa foto tuya que pertenece ya a otra eternidad, la sorprendente cantidad de polvo y pelusilla que se ha metido en el teclado del ordenador, ese bote lleno de bolis que no funcionan...

Ahora cierra los ojos

Imagina tu escritorio actualizado, libre de desorden, limpio; reflejando a la persona trabajadora, decidida, enérgica y capaz que se sienta en él.
Imagina lo mucho que dice tu escritorio de ti.
Fíjate si dice que a tu jefe -aficionado a la jardinería en sus ratos libres- le llama la atención esa especie concreta de cactus que has decidido comprar para activar el 'chi' de tu puesto de trabajo, te pide un esqueje, siente la armonía que reina en tu puesto de trabajo y cae en la cuenta de que eres alguien increíble. Alguien imprescindible para el futuro de la empresa, su mano derecha, la persona ideal para desempeñar ese cargo vacante mucho mejor remunerado y con privilegios añadidos...

Dime, si el 'feng shui' puede hacer algo de todo esto por ti,

¿no merece la pena intentarlo ;)?

Lo haremos en dos partes: hoy hablaremos del enfoque o 'ataque' externo y la semana que viene recuperaremos todo lo que aprendimos sobre el Mapa Bagua (clic) y lo adaptaremos a la superficie de nuestro escritorio (es decir, el 'ataque interno';)


Manos a la obra

1. Empezaremos realizando una limpieza a fondo, exhaustiva y sin piedad de todo el contenido de nuestro lugar de trabajo (facturas, recibos, informes, cuentas... ¿realmente lo tienes todo actualizado y debidamente archivado?) 
Sé también implacable con tu material de oficina: búscale una nueva vida a ese boli tan mono que ya no escribe (o le cambias la mina o te deshaces de él para siempre), divórciate de una vez por todas de esa grapadora que se atasca y mándale un ultimátum al teclado: o deja de atrancarse la 'r' o lo pones de patitas en la calle... ;)


2. Organiza tus carpetas de forma coherente y de modo que cualquier otra persona pudiera encontrar fácilmente ese documento que tú has archivado (si todos tus papeles tuvieran que estar 'al desnudo' cada media hora... ¿verdad que procurarías que la lencería fuera no ya coqueta, pero sí por lo menos decente? Pues esa es la idea ;)


3. Valora también el estilo de tu mesa y silla de trabajo.
Míralas con objetividad y analiza:
- ¿Qué están contando de ti?
Por ejemplo: un escritorio hecho con caballetes y un sobre de cristal puede dar una imagen excesivamente ligera de ti mism@, poco sólida y temporal (tipo 'si esto no me sale bien me doy a la fuga' ;)
Claro que tampoco se trata de tener una mesa de despacho 'a lo notario'(vayan por delante todos mis respetos...); se trata solamente de que el estilo refleje nuestro propio dinamismo y nuestra actitud.
- ¿Tienen el tamaño adecuado?
Ni muy grande ni demasiado pequeño, se trata de encontrar un punto intermedio.
Ten en cuenta que grandes proyectos requieren grandes escritorios; aunque tampoco es que por ello deban ser kilométricos...

¿entendéis por dónde voy, no?

4. Sobre la ubicación y orientación del escritorio son muchas las páginas de 'feng shui' que se han escrito; para mí lo esencial es:
- Sentarse procurando tener una pared sólida detrás. Si en vez de pared, tenemos una librería, que sea de las que tienen puertas.
- Evitar sentarse delante de una ventana (a no ser que la vista que tengamos desde ella sea bonita o represente un apoyo simbólico para nosotros, como por ejemplo una montaña sólida, la sede central de un banco... aunque quién sabe con los tiempos de nacionalizaciones y rescates que corren ;) y si no podemos evitarlo, colocaremos una persiana o cortina que simulen el apoyo de una pared.
- Siempre es bueno sentarse mirando hacia la puerta de entrada, pero no delante de ella, sino en el extremo diagonalmente opuesto.
Nunca (¡nunca!) hay que sentarse enfrentando una puerta 'cara a cara', (especialmente si abre hacia adentro) aunque no podamos colocarnos en el extremo diagonalmente opuesto, ladearemos ligeramente la mesa para que el impacto del 'chi' no nos dé de lleno.
Tampoco es bueno sentarse mirando hacia un pilar, un armario de oficina o debajo de una viga vista (las plantas nos pueden ayudar en esos casos).
Si trabajas en cubículos, la cura clásica del 'feng shui' es colocar un espejo delante de ti de forma que refleje la puerta (así, aunque no la tengas realmente delante, puedes controlar sus movimientos a través del reflejo)
- Hay que procurar no sentarse en una dirección que se oponga a la del jefe; aunque su despacho o mesa esté en otra habitación y no lo veamos, es mejor sentarse siempre teniendo el respaldo del jefe detrás.
- No sentarse nunca de cara a un pasillo, a una escalera o unos sanitarios; si esto ocurriera y no pudiéramos cambiar la posición de nuestra mesa, deberemos colocar un cristal de roca (o bola de cristal facetada) sobre nuestro escritorio para minimizar el impacto del 'chi negativo'.


Y, finalmente, si en tu lugar de trabajo sufres alguno de estos impactos anteriores y no puedes hacer nada para remediarlo, utiliza la fórmula del número Kua para saber cuáles son tus orientaciones favorables y sentarte mirando hacia una de ellas. (Para saber más sobre el Kua aquí, clic)



En muchos de los países orientales -donde el 'feng shui' es tan cotidiano como aquí la caída de la bolsa- muchos directivos de empresa pintan una flecha en su escritorio con la finalidad de que les recuerde cuál es su dirección más favorable; yo no quiero hacer apología de nada pero basta mirar cómo anda la economía asiática para caer en la cuenta de lo mal que está la europea =S...
Así que creo que yo, abusando del concepto de practicidad e ignorando un poco el de racionalidad,

¡me voy a pintar flechas donde haga falta =)!




COMO SE CALCULA EL NUMERO KUA

EN LAS MUJERES

EN LOS HOMBRES

Suma las dos últimas cifras de tu año de nacimiento hasta obtener un solo dígito. Después suma al número que te ha dado un 5. El número resultante es tu número Kua.
Existe una excepción en este caso. Si tu número Kua es el 5, deberás usar el 8.
Ejemplo: una mujer que ha nacido en 1970. Sumará 7+0=7. Como ya tiene un sólo dígito, sólo tendrá que sumarle un 5. 7+5=12. Como le ha quedado un número de dos dígitos tendremos que reducirlo a uno, 1+2=3. El 3 es su número Kua.

* Si has nacido en los meses de diciembre, enero o a principios de febrero, deberás hacer el cómputo como si hubieras nacido el año anterior; por ejemplo si has nacido  en enero de 1984:  8+3+5=16; 6+1=7

Suma las dos últimas cifras de tu año de nacimiento hasta obtener un solo dígito. Después resta el número que te ha dado al 10. El número resultante es tu número Kua.
Existe una excepción en este caso. Si tu número Kua es el 5, deberás usar el 2.
Ejemplo: un hombre que ha nacido en 1947. Sumará 4+7=11, tendrá que volver a sumar para reducir la cifra a un sólo número 1+1=2. Después ejecutará la resta 10-2=8. El número 8 es su número Kua


* Si has nacido en los meses de diciembre, enero o a principios de febrero, deberás hacer el cómputo como si hubieras nacido el año anterior; por ejemplo si has nacido en enero del 1984: 8+3=11; 1+1=2; 10-2=8

PERSONAS QUE HAYAN NACIDO  A PARTIR DEL 2000

MUJERES

HOMBRES

Reduce tus dos últimos dígitos del año de nacimiento a uno solo y después le sumas 6. (Ejemplo: 2002, 6+2 = 8)

Reduce tus dos últimos dígitos del año de nacimiento a uno solo y después lo restas de 9. (Ejemplo: 2001, 9-1= 8)




Bueno, hasta aquí la primera parte del Feng Shui de tu escritorio; la semana que viene hablaremos de cómo organizar nuestra mesa en base a los principios del Mapa Bagua (y luego montaremos un foro en el que nos contaremos el fantástico giro que hemos logrado darle a nuestra vida laboral -y ya puestos, a la economía estatal- gracias a los 'cambios fengshuísticos' incorporados XD)

Ahora contadme,

¿Cómo está vuestro escritorio de 'salud fengshuística'?
¿Os atreveríais a sugerirle a vuestro jefe un cambio de muebles en su despacho para favorecer el 'feng shui' de la oficina?
Flecha pintada en el escritorio ¿sí o no? ;)

Por cierto; quiero dedicarle este post a Peripecia García, del blog 'Chicas de blanco con bandas azules' (clic aquí) por tener el detalle de concederme una mención de 'Blog Original' y confesarme que gracias a mí... ¡descubrió el 'feng shui' (subidón de coloretes añadido...=)! Gracias ;)


Besos,
Ingrid

*Imágenes Google, Pinterest, We heart it & 'more than Chic'

viernes, 25 de mayo de 2012

Nuestro weekend sevillano

¡Muy buenas noches!

Parece mentira la de vueltas que da la vida.
Hará casi un par de años que decidí (sin saber muy bien hacia donde iba, también es cierto... aunque -puestos a decir verdades- eso tampoco es que lo tenga demasiado claro ahora ;) empezar este blog; y gracias a él

este fin de semana lo he pasado en Sevilla con otras dos amigas blogueras =)


Antes de empezar a vivir esta dimensión 2.0 -de alguna forma, aunque no en toda su magnitud- yo ya intuía diversión, aprendizaje y risas en este medio; pero lo que nunca (en serio, nunca) pude llegar a imaginar es que toda esa compenetración y complicidad compartidas a diario dentro de 'la virtualidad' pudieran llegar a vivirse también de forma tan intensa en 'la realidad' (un día de estos debatiremos a fondo todo esto de la realidad y la virtualidad porque el tema se las trae...)


Mis compañeras de viaje (y de vida, ahora mismo ;) son Carmen de 'El collar de Hampstead' (clic) y Artemisa de 'Artemisas'Project' (clic)
Y esto... viene a ser el resumen de lo vivido:

Sábado: aeropuerto de Barcelona 11'15h
Vuelo sola, Artemisa coge un vuelo unas horas más tarde.
Despedida a lo 'Merci' (sí hombre, esa publicidad 'merciiiii te doy las graaacias...' ¿os acordáis?) de Mr. J.
Repaso mil veces mentalmente el contenido de mi bolso y maleta... ¿qué me dejo?. En fin, las tiendas estarán abiertas 'ooooooooommmmmmmm'.
Llego a la cola de embarque

'señorita, es un bulto por persona; deberá meter el bolso dentro de la maleta'


Estupendo. Malditas sean la pasta que no tengo y las compañías 'low cost'. 
Abro la maleta para meter el bolso y toda la cola consigue ver la marca de mi ropa interior. La vida me sonríe.

Sábado: Sevilla sobre las 15'00h
Carmen y yo nos hemos encontrado en el hotel. Hemos subido las maletas, adjudicado las camas, colocado la ropa y pedido más perchas.
Hambrientas, decidimos salir de tapeo.
Yo nunca había estado en Sevilla, me sorprende su amplitud, el color, la amabilidad de todo el que nos cruzamos...

y lo buena que está la 'pringá' =)

Unas cañas, varias tapas y después del rato necesario para ponernos al día de las últimas conversaciones (hasta el momento whatsappeadas) volvemos al hotel.
Las cuñas de esparto me están matando, ¿llevaré suficientes tiritas?

Sábado: hotel, alrededor de las 20'00h
Artemisa ha subido directamente a la habitación. Besos. Muestrario de ropa, zapatos, complementos varios y cosméticos.
Artemisa pone fin al cotilleo sin medida:

'bueno, ¿aquí cuándo se bebe?'


Duchas, labios rojos, tacones (sí, esos tacones -clic- ;) y a cenar: varias cervezas, confesiones, montaditos, impresiones, risas... y la cuenta, por favor.
Directas a la terraza del Hotel Eme (clic aquí), enfrente de la catedral, ambiente agradable: martini, gin tonics... puesta al día con profusión de detalles (unos relevantes, otros no tanto ;) de nuestra vida.


Preguntas descaradas que sólo la confianza permite y carcajadas varias por la originalidad de las respuestas.
Taxi al hotel y a dormir.

Domingo: aproximadamente a las 11'00h
Oigo que Carmen lleva ya un rato despierta y no tiene muy buena cara. Se encuentra mal y nos vamos para urgencias.
Mientras esperamos a que le den el resultado de los análisis, aprovechamos el rato para seguir poniéndonos al día: tratamos todo lo tratable; cocina, ropa, hombres, amigas, trucos, política...

¿dónde vamos a ir a comer?

Salimos de urgencias (es una infección; diez días de antibiótico, menos mal. Se acabó el alcohol =S) y nos vamos para la farmacia.
Vuelvo a llevar las cuñas del diablo. He acabado con todas las existencias de tiritas; las mías y las de las demás.
Entramos en la farmacia; Carmen a por sus medicinas, yo deseando una caja de tiritas más que un pleno en la euromillones...
Y de repente, veo la solución para todos mis males:

¡unas bailarinas plegables =)!


12€ y mucha gratitud hacia la humanidad en general.
Empieza a ponerse nublado. De ese tipo de nublado que pinta feo. Nos metemos en un chiringuito, pedimos (salmorejo, pechugas con salsa de champiñones, cazón en adobo)... y empieza a diluviar.
Tengo frío (voy con pinta de alemana de Mallorca; cuando una ha nacido en el norte tiende a creer que en el sur todo el mundo lleva lunares, que nadie llora nunca y que siempre luce el sol. Y en función de todas estas teorías hice yo mi maleta...) y nos volvemos al hotel.


Domingo: sobre las 21'30h
Estamos muertas de hambre y salimos a cenar (esta vez sin tacones... ;)


Unas tapas (filetes al whisky, camembert con gambas y picos por doquier), vino de naranja. 
Un frío de mil demonios: damos un paseo, sacamos alguna foto... y pedimos un taxi.
Llegamos al hotel. Pijama. Estoy muerta de sed:

'¿servicio de habitaciones? Sí... oiga, ¿me podría subir un litro de agua con gas?. Sí, sí; de litro, por favor'

Empieza una inesperada (loca y divertida: Lucy, ¿qué llevas puesto?, togos, escenarios varios... jajaja =) fiesta del pijama... ¡¡hasta las 6'30h de la mañana =)!!

Lunes: 11'00h de la mañana
Nos despertamos tarde. Muy tarde. Duchas corriendo. Maletas recogidas a todo trapo... 

'Oh ¿a quién se le ha olvidado ese pantalón que está colgado en el armario?' 

Nos sentamos a desayunar al sol ya sin prisas. Algo dulce y algo salado (que no nos falte de ;). Seguimos teniendo mucho que contar y también mucho de lo que reír.


De repente, una banda de músicos empieza a tocar 'La chica de Ipanema'(y otras muchas de nuestras preferidas): mirada de complicidad y algo de tristeza, porque ya no nos queda tanto para marcharnos.
Compramos lotería ('como nos toque nos vamos a NY. Palabra').
Hace un día espléndido y aprovechamos para pasear; sin prisa, con curiosidad, entrando y saliendo de todas partes.
Van pasando las horas y nos vuelve a entrar hambre...

'¿y si vamos hacia la Torre del Oro?'


Callejeando, callejeando llegamos hasta La Maestranza; imaginad cuál es nuestra sorpresa cuando aparece delante de nuestras narices 

una de las (más) Grandes de España (¡tenemos foto! ;).

Risas hasta llegar al restaurante.
Comemos (salmorejo, rabo de toro, ensaladilla. Unas claras), rememoramos lo vivido y acompañamos a Carmen a recoger la maleta.

Lágrimas. Abrazos fuertes. Mucho cariño. Whatsapp a los cinco minutos de no vernos (necesario informe de situación ;).

Artemisa y yo nos vamos hasta la Plaza de España. Paseamos tranquilas; debatimos sobre política, economía y sociedad en general.

'¿oye, pero qué hora es? ¡Vamos a por las maletas ya!


Lunes: 20'00h aeropuerto de Sevilla
Llegamos a tiempo. Nos compramos un bocata de tortilla y nos ponemos a hacer cola. Empieza a sonar el mantra del low cost

 'elbolsodentrodelamaleta, elbolsodentrodelamaleta...'


Embarca Artemisa. Sin complicaciones.
Me toca. Una azafata se empeña en que meta la maleta dentro de una cesta para comprobar si se ajusta a las medidas.
Me temo lo peor y me quedo en blanco. No dejo de repetirme que es un trolley de cabina con medidas estándar que sé que no pesa más de nueve kilos y medio... ¿Por qué me pasa esto a mí?
Intento meter la maleta en la cesta del demonio y me doy cuenta de que no voy a ser capaz...

'tiene que entrar con facilidad'

Dice la rubia vestida de azafata.
Como despertando de una extraña ensoñación oigo que toda la cola me está animando para que apriete la maleta con todas mis fuerzas mientras la gente no deja de decirle a gritos lo que piensa a los empleados.
La chica de detrás me susurra 'dame ese paraguas que asoma por ahí y que te hace bulto'

Me digo que no puede ser cierto lo que estoy viviendo mientras intento en vano que la maleta quepa en esa cesta infernal. No lo consigo.
Empiezo a pensar en qué parte he puesto la cartera para sacar los 60€ que me pide la azafata -con mirada de dólar- por facturar.
Aparece un superhéroe (seguro que llevaba el antifaz y la capa en la bolsa) que ante la injusticia del 'low cost', conmovido por mi situación e impregnado de la solidaridad (que suelen compartir los desamparados cuando se les maltrata) que vivimos todos los de la fila del embarque del vuelo a Barcelona...

hace gala de unos más que notables superpoderes consiguiendo meter y volver a sacar la maleta. Se apaga la mirada de dólar de la azafata.


A mí salvador, desde aquí, mil gracias. Prometo actuar de la misma manera siempre que esté en mi mano. Estoy convencida de que esta actitud se contagia; seguro que juntos lograremos acabar con la miseria de este mundo ;)

Llegamos a Barcelona. Es muy tarde y estamos cansadas. Mr. J nos viene a recoger, dejamos a Artemisa en su casa.

En la mía me espera un brazo de gitano =)

Chicas: yo ya sabía que estos tres días iban a ser un placer. Ya sabía que nos íbamos a reír y que, como siempre, no habría ningún tema que nos diera pudor tratar.
Yo todo eso ya lo sabía.
Pero me ha encantado vivirlo de nuevo porque con vosotras, además de querida, me siento también comprendida (y ya sabéis que eso no tiene nada de fácil =). Gracias por todo.

¡Ay... como nos toque ;)!

Estos días ando un poco de calle. No me lo tengáis en cuenta; tengo varios posts en mente que contaros y respuestas interiorizadas -aunque todavía no escritas- para todos los mails que todavía no he contestado =S

¡Prometo ponerme las pilas ya!
¿Qué os parece nuestro weekend de 'olé'?
¿Qué opinión os merece el funcionamiento de las compañías 'low cost'?

Besos,
Ingrid


*Imágenes Pinterest, 'El collar de Hampstead' & 'more than Chic'

martes, 15 de mayo de 2012

Tacones para levantar el ánimo ;)

Hola chic@s;

¿Habéis vivido una de aquellas épocas en las que parece que todo sale del revés?
Yo estoy en una de esas.

Vivo en un bucle infinito de 'very important' trabajos que presentar/hacer a última hora, calentadores que te dejan colgada a media ducha, manos largas que se hacen con el (poco) dinero en efectivo que llevaba en la cartera, disgustos (propios y ajenos) de esos que parten el alma... nada, que pasan los días y -sin darme ni cuenta- me voy convirtiendo en espectadora de mi propia vida.

Menos mal que este fin de semana nos vamos de viajecito con un par de amigas (prometo detalles ;), porque realmente necesito desconectar. 
Me hace falta reír, soñar en voz alta, hablar de cosas poco serias (que no por ello menos importantes ;) y plantarle cara a la adversidad.

Tenía en mente comentaros hoy el último libro que he devorado (uno de esos facilitos, simpáticos y rápidos), pero tengo una nueva fijación y no puedo librarme de ella; así que otro rato os cuento sobre 'La sonrisa de las mujeres' y dejad que ahora os enseñe:

mis zapatos nuevos =)
(¿Qué os parecen? ;)

Os voy a poner en antecedentes.
Me apasionan los zapatos, todos. Pero desde hace ya bastante tiempo, en mi vida no hay ocasiones para lucir tacones de vértigo (y si las hay, confabulo con la realidad y monto estrategias conmigo misma para llegar a la conclusión de que un zapato plano es lo ideal para esa ocasión ;)
 
Como he tenido mucho tiempo para planificar el contenido de la microscópica maleta que vamos a llevar (¿os imagináis la cantidad de listas que he llegado a hacer...? =) hace ya algunas semanas me di cuenta de que lo que realmente necesitaba era invertir
 
en unos taconazos
 
Sí; un buen par de tacones era justo lo que necesitaba para reciclar y darle un 'aire fresco' al sobradamente conocido look de 'jeans+camiseta+americana' (y de paso lograr así reducir también el contenido maletero).
 
Lo que pasa... lo que pasa es que como mujer de extremos que suelo ser, he pasado de llevar siempre zapato plano a 
 
10 centímetros de tacón ;)
 
Por lo que he tenido que sacarme de nuevo el carnet.
Practicar y practicar: pasillo arriba y abajo hartando a los vecinos con mis taconeos y aburriendo a Mr.J con mis 'cloc, cloc, cloc' y mi variado repertorio de lamentos.
 
He dicho lamentos, sí. Porque a pesar de que encima de unos tacones la vida parece tomar otro color (te ves más alta, mucho más estilizada y en esas condiciones es prácticamente imposible que no aflore una sonrisa) resulta que mi pie izquierdo es mucho más pequeño que el derecho... por lo que perdía el zapato a cada paso.
 
Así que me fui directa a estudiar qué soluciones me ofrecía el mercado y encontré unas plantillas de gel que han resultado ser mano de santo ;)
Fue ponérmelas, escuchar música celestial 
 
y recuperar de golpe toda la dignidad perdida =)
 
Y ahora os dejo, que voy a practicar todavía un poco antes de que lleguen los vecinos y se sienten a cenar ;)
Contadme,
 
¿Qué os parecen mis zapatos nuevos?
¿Algún truco con el que consigáis caminar como diosas sobre los taconazos de turno?
¿Algún amuleto o pócima que os funcione para la mala suerte ;)?
 
 
Besos,
Ingrid
 
 
*Imágenes 'more than Chic', Pinterest & We heart it.
 

lunes, 7 de mayo de 2012

Camembert al horno... o aperitivo de SOS ;)

¡Muy buenas tardes!

¿Qué tal?¿Cómo estáis?
Me vais a tener que perdonar esta ausencia; llevo unos días de absoluta locura general en mi vida que no me han dejado ni un minuto para acercarme por estos lares =S

Pero hoy no he querido ceder al estrés, a las obligaciones, a las prisas ni a la larga lista de tareas pendientes que todavía me quedan por terminar (listas y más listas... mi vida entera es una ininteligible lista garabateada en una libreta ;) sin pasarme por aquí, saludaros y...

contaros una de mis últimas aventuras culinarias =)

Ocurrió la semana pasada.
Mr. J y yo teníamos planeado cenar 'raclette' (un día de estos hablamos en profundidad sobre la 'raclette', sus posibilidades y lo mucho que puede llegar a dar de sí)
Bueno, en realidad teníamos planeada la versión 'light' de la misma; cambiando el queso raclette por unos socorridos 'tranchetes 0%' (pero oye, si le pones algo de imaginación sigue teniendo gracia la cosa ;).

Y ahí estaba yo; feliz mientras cortaba carne y verduras varias cuando, de repente, suena el teléfono.
Oh no. No, no y no. Repeticiones seguidas de un mismo taco (seis letras; empieza por 'm' y termina por 'a') porque resulta que...

¡íbamos a tener invitados a cenar!

Toda mi familia y amigos saben que no soporto que me pillen desprevenida cuando alguien se apunta a comer.
Pero, claro, precisamente porque son familia y amigos, que lo sepan no implica que lo respeten.
Así que ya os podéis imaginar mi estampa: con el teléfono en una mano, el cuchillo en la otra y un incontrolable sudor frío sólo de pensar en la escasez que reinaba en mi nevera.

Apareció mi ángel cocoon:
-Tranquilízate y respira. Suelta el cuchillo y el teléfono. Acércate a la nevera y abre despacio, ¿qué ves?
- Leche, huevos, salmón ahumado, pavo, queso, ensalada... ¡¡Oh diosssssss!! ¿¿qué hago yo con esto??
- Repite: 'uno, dos y tres: yo me calmaré'. Respira hondo. Vuelve a mirar'
- Leche, huevos, salmón ahumado, pavo, queso... oh, pero si el queso es

¡un camembert! Estoy salvada =)


Y sí, lo estaba; porque me acordé de las maravillas que me prometió mi amiga D al hablarme de una receta con camembert y decidí arriesgarlo  todo.
Tenía 'raclette' suficiente, tenía también vino y como prometieron traer ellos el postre, me olvidé del resto y me puse a preparar...

Un camembert al horno ;)

Los ingredientes
- Un camembert (en cajita de madera)
- Un poco de pesto (yo de albahaca)
- Unas tostaditas, 'rosquilletas'(que diría mi Carmen ;), picos, grisines o similar para servirlo.


¿Cómo lo hago?
No puede ser más fácil:
- Colocamos un trozo de papel de aluminio (o de horno) sobre la bandeja que vayamos a usar (la finalidad de esto es meramente práctica; se trata de evitar ensuciar la bandeja si el queso se 'desparrama' ;) y precalentamos el horno a 190º.
- Cogemos el camembert, lo sacamos de la cajita, desechamos el envoltorio de papel y, con la ayuda de un cuchillo, quitamos toda la corteza superior del queso.
- Lo volvemos a poner dentro de la cajita de madera y lo cubrimos con el pesto.
- 20 minutos a 190º (yo puse aire y calor arriba y abajo) deberían ser suficientes para conseguir un queso fundido y gratinado; pero con los hornos ya se sabe que mejor no fiarse (id echando un ojo de vez en cuando por si acaso ;)
- Cuando veamos que está listo, lo retiramos del horno y lo servimos acompañado de pan, tostadas, picos, grisines o 'rosquilletas' (que son las que utilicé yo ;) y nos lo comemos como si fuera una 'fondue'.


Yo usé pesto de albahaca porque tenía en casa, pero podéis usar pesto siciliano (de tomates secos), cualquier tipo de especie o hierba aromática (tomillo, romero, orégano...), ajo, vino, frutos secos... (yo no los tenía a mano, pero sé que con unos piñones tostados la cosa mejora mucho ;)


Incluso he visto prometedoras recetas que lo preparan entero -sin sacar la corteza-, con menos tiempo de horneado y que lo combinan con caramelo (¿Os lo imagináis? ¡¡Un camembert templadito con caramelo y nueces!! Es pensarlo, desbordarse mi imaginación y empezar a fantasear con posibilidades varias: toffee, nueces de macadamia... =), fruta (fresca, salteada, caramelizada, en mermelada), crema de balsámico...


En fin, que podéis abusar de la imaginación -y de la despensa- y echarle al camembert al horno lo que se os ocurra (estoy pensando... ¿y qué tal sería con un poco de salsa 'arrabbiata'?)

Ya sabéis que me gustan mucho los regalos 'diy'; y sabéis también que, dentro de la categoría de regalos hechos por un@ mismo, los que tienen que ver con comida son quizás los que más me gusta preparar (y recibir, claro ;)
Por lo que cuando he visto esta foto no he podido evitar tomar buena nota mental del concepto para la próxima vez que tenga que preparar uno de mis 'sets' (por lo visto no estoy sola dentro del mundo de los 'regalos comestibles'... ;)


Mientras intento poner orden al caos que es ahora mismo mi vida bloguera, contadme:

¿Os gusta el camembert?
¿Lo habéis preparado al horno? ¿Con qué?
¿A qué receta soléis recurrir cuando se presentan visitas inesperadas?
Set para preparado de camembert al horno ¿sí o no;)?

Besos,
Ingrid

*Imágenes Pinterest & We heart it
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