'Pan' dulce de calabacín

¡Buenas noches!

Definitivamente no se puede ir en contra de una misma; no vale la pena luchar contra los propios instintos... a veces hay que abandonar la racionalidad y dejar que la voluntad fluya libremente.

Sí, que fluya... y te lleve hacia la cocina, hasta el 'armario despensero' y que entonces no puedas hacer otra cosa que sucumbir al irrefrenable deseo de preparar, con ese bote de calabacín rallado en conserva (que hice hace ya varios meses, ¿os acordáis? aquí, clic)

un 'pan' dulce de calabacín =)

La verdad es que llevo varios días pensando en hacer y contaros esta receta; hacía mucho que no la preparaba pero mis hormonas y yo no nos habíamos olvidado lo rica y adaptable que puede llegar a ser: queda genial con un buen café o 'cappuccino' a media mañana (o tarde...), pero también funciona de maravilla...

¡con una tabla de quesos =)!

No lo estoy aventurando como posibilidad, os juro que la combinación es interesantísima; o por lo menos todos los que la probaron alabaron mi 'intrepidez culinaria' (por llamarla de alguna manera; en realidad fue una acto desesperado llevado con cierta dignidad y mucho disimulo... aunque ahora que lo pienso... ¿no me estarían haciendo la pelota? ;)

En honor a la verdad, tengo que decir que esto de pan tiene más bien poco o nada (aunque a mí me guste llamarlo así); tanto el proceso como la textura del acabado son propias de un bizcocho; aquí no hay que hacer masa madre, ni amasar, ni levar, ni nada de nada... pero os prometo que por el resultado que se obtiene -no demasiado dulce, con un interesante y ligero toque de calabacín- merece la pena probar =)

Los ingredientes

- 300 grs de calabacín rallado y salteado (al que yo añadí también un par de generosas cucharadas de cebolla confitada de esta que os explicaba aquí, clic)

- 4 huevos
- la piel de un limón rallado
- 65 ml de aceite de oliva
- 1 sobre de levadura
- 100 grs de azúcar blanco
- 375 grs de harina

¿Cómo lo hago?

Antes de empezar, debo deciros que el calabacín rallado y salteado yo ya lo tenía hecho y en conserva (lo cual implica que también tenía algo más de aceite; puede que debáis añadir mayor cantidad); pero prepararlo al momento no supone ninguna dificultad: ralláis calabacín y lo salteáis a fuego fuerte en una sartén antiadherente con aceite de oliva (no sé deciros exactamente la cantidad en crudo que vais a necesitar, porque el calabacín pierde mucha agua al cocinarse... pero si os pasáis siempre podéis hacer unas tortitas o una tortilla ;)

Una vez dicho esto, vamos con la receta:

- Precalentamos el horno a 150º. En un bol batimos los huevos, añadimos el aceite de oliva, la piel del limón, el azúcar y el calabacín rallado. Removemos hasta homogenizar.

- A continuación, agregamos la harina y la levadura tamizadas y batimos con movimientos envolventes.

- Engrasamos un molde alargado y metemos en el horno (175º, horno medio) durante 45 minutos (aunque recordad que cada horno es un mundo ;)

Y a disfrutar... que son dos días ;)

Y ahora contadme...

¿Qué os parece esta receta?

¿Os atrae la idea de tomar un 'bizcocho-pan' como este con una tabla de quesos?
¿Tenéis una férrea voluntad o..., como yo, dejáis de ser alguien a la primera manifestación hormonal de turno ;)?

Besos,

Ingrid

*Imágenes 'We heart it' & 'more than Chic'