I love... Panna Cotta!

¡Buenos días!

Cada día me gustan más las cosas que sirven para más de un propósito; os lo digo en serio, me va el 'multipurpose' =)

Me seduce la idea de tener una base (tanto si hablamos de deco, de looks, de cocina... como si hablamos de cómo entender la vida ;) neutra, infalible y 'eterna' que me permita ir cambiando en función del momento, de mis gustos y apetencias.

El otro día una amiga (reciente, pero ya muy querida ;) me contaba lo mucho que le gusta la panna cotta y yo entendí -en un momento de filosófica lucidez- por qué me siento tan cómoda preparando esta receta...

¡pues porque encaja a la perfección con mi filosofía 'multiusos'...!

No sólo está riquísima (pero rica de ¡¡mmmmmmhhh!!), sino que nos permite preparla con antelación, admite mil combinaciones y vale para todas las ocasiones.

Sólo le veo un 'pero': te tiene que gustar la nata, claro.

Así que si la nata es lo tuyo, sigue leyendo; esto te va a gustar =)...

 

Panna Cotta

Ingredientes (para 6 u 8 raciones)

- 500 ml. de nata líquida

- 300 ml. de leche entera

- 120 grs. de azúcar

- 4 hojas de gelatina (pensad que 6 hojas de gelatina equivalen a un sobre de 10 grs de gelatina en polvo; que a su vez equivale a una cucharadita rasa de agar agar, que deberéis dejar algún minuto más al fuego para que gelatinice correctamente)

- 1 vaina de vainilla (es opcional, a veces no se la he puesto y sigue estando de vicio ;)

¿Cómo la hago?

Es de lo más sencillo, panna cotta significa literalmente 'nata cocida' y eso es lo que vamos a hacer:

- Pongo en remojo con agua fría las hojas de gelatina durante 10 minutos.

- En un cazo pongo a hervir (removiendo de vez en cuando) la leche, la nata, el azúcar y las semillas de la vaina de vainilla.

- Cuando rompe a hervir, le añadimos la gelatina (bien escurrida) y removemos hasta su completa disolución. Retiramos del fuego.

- Colamos y repartimos en moldes (individuales o uno grande, lo que os vaya mejor) y dejaremos reposar durante un mínimo de 5 horas.

A partir de aquí, podéis dejar volar la imaginación y lanzaros de cabeza a la innovación ;): que si le pongo café soluble o chocolate y me sale una más oscurita, que si la combino con todas las frutas habidas y por haber (y en todas sus manifestaciones culinarias: coulis, al natural, mermeladas, almíbares...) que si le pongo unos frutos secos y una crema de caramelo (diossss, esta se me acaba de ocurrir y no la he probado... ¡¡!!) que si le doy una vuelta de tuerca al asunto 'pannacottero' y la preparo para platos salados (ahí queda eso en el aire ;)...

Por cierto, si tenéis que desmoldar la panna cotta (en el caso que no hayáis usado vasitos individuales -por ejemplo- para servirla), deberéis proporcionarle, durante poco tiempo, una fuente de calor; ya sea sumergiendo durante un momento el molde en agua caliente o acercándolo directamente a una fuente de calor (esa es la opción para golos@s impacientes como yo ;)dándole algún que otro 'meneíto' y vigilando siempre que el tiempo de contacto no sea excesivo y os funda demasiado.

Y ahora, contadme...

¿Os gusta la panna cotta?

¿La habéis preparado?, ¿con qué?

¡Hasta mañana!

Venga, venga... quiero ver sonrisas en esas caras, que si a la semana le quitamos el lunes (y hoy ya no cuenta)... ¡¡¡sólo nos quedan 4 =)!!!

Besos,

Ingrid

*Imágenes Google y We heart it