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miércoles, 17 de octubre de 2012

Patatas, huevos & friends... (1ª Parte)

Muy buenas noches =)

Tengo un problema. Es algo que no puedo controlar y que al parecer me viene de familia (mi abuelo materno era famoso por ello, entre otras cosas... ;)
Y es que resulta que
 
soy incapaz de recordar las caras de la gente =S

Dicho así puede parecer una tontería, lo sé.
Pero es que lo mío es grave (puedo estar tres horas hablando con alguien... y ser incapaz de reconocerle si nos vemos al día siguiente. A no ser que haya algo fuera de lo común que me llame la atención; algo que me permita asociar un gesto, un objeto o una característica concreta con la persona. Por ejemplo: el último novio que tuvo la vecina del primero; ni por asomo recuerdo la cara que tenía, pero era difícil olvidar el patinete con el que se desplazaba a todas partes. Con lo que cada vez que veía un sujeto de cierta edad montado en un patinete rondando por la zona yo ya empezaba a preparar la mejor de mis sonrisas para saludarle). 
Y cuando digo grave, quiero decir muy grave... tanto que el otro día fui incapaz de reconocer a mi vecino del cuarto (¿y qué queréis? Ni va en patinete, ni lleva tatuajes visibles, ni el pelo teñido... nada a lo que poder agarrarme... ¡es perfectamente normal! ¿Cómo lo hago?).

 
La cosa se complicó porque Mr. J es justamente lo opuesto; es uno de esos sujetos que parecen haber recibido entrenamiento en el MI5: es capaz de reconocer la cara del señor que fue a arreglar la caldera de sus padres... ¡veinte años después!

Para él es totalmente inconcebible lo que me ocurre -a pesar de que me conoce desde hace una eternidad- por lo que se puso hecho un basilisco '¿¿¿pero cómo puede ser que no reconozcas al vecino... con el que llevas diez años cruzándote por la escalera??? Blablabla, bla, bla... esto es de un mal gusto terrible y blablabla...'.

Me defendí como pude, le dije que no tengo la culpa; ¿y qué puedo hacer yo? No hay mala intención por mi parte... '¿es que quieres que me haga un quiénesquién de los vecinos de la escalera en el recibidor... o que vaya por la vida saludando a todos los que se crucen en mi camino por si acaso?' Si yo ya entiendo lo que me quieres decir pero ya me conoces, o es que no te acuerdas de cuando le hicieron el catéter a mi padre...?
(Lo que ocurrió cuando le hicieron el catéter a mi padre es que yo estaba en la sala de espera cuando salió el cardiólogo para informar de que todo iba bien. Yo notaba que me miraba algo raro pero tampoco le di mucha importancia. Al cabo de un rato llegó J y me dice '¿¿pero es que no le conoces?? ¡Si es el vecino de al lado...!' En esa ocasión me acogí al derecho de confusión y preocupación que genera una situación de ese tipo, aunque no niego que hubiera preferido que me tragara la tierra... =)

La cosa acabó con un terrible sentimiento de culpa por mi parte (pobre vecino... debe pensar -y con razón- que soy una estúpida. ¿Y ahora que hago; le hago una tarta, pico el timbre y le digo 'hola, lo siento; es que estoy loca'?), indignación por la de J... y muy poco tiempo para preparar la comida, con lo que tuvimos que espabilar y preparar
 
Unos huevos estrellados =)

 
Mi receta base
Los ingredientes
- Patatas hervidas con piel (que también podéis hacer en el micro; lavadas, pinchadas y a máxima potencia unos 8 o 10 minutos, o hasta que al tocarlas notéis que están cocidas ;). Suelo calcular dos patatas medianas por persona.
- Cebolla confitada (de esa que yo tengo siempre en cantidades industriales y que os comentaba aquí, clic)
- Huevos (también un par cada ración)
- Sal y pimienta
 
¿Cómo lo hago?
- Vamos primero con las patatas:  una vez cocinadas y enfriadas (si lo hacéis en caliente se os van a deshacer, así que si las cocináis al momento tendréis que remojarlas en agua fría) las pelamos y cortamos a rodajas (ni finas ni gruesas... ya me entendéis, ¿no? ;).
- En una sartén antiadherente ponemos unas gotas de aceite de oliva y salteamos las patatas a fuego medio-alto. Salpimentamos.
- Cuando veáis que se os empiezan a dorar, añadimos la cebolla confitada (yo pongo media cucharada sopera por comensal, aproximadamente), removemos y bajamos el fuego.
- Ahora es el turno de los huevos: en otra sartén antiadherente pondremos un par de gotas de aceite de oliva. Cuando veamos que empieza a coger temperatura cascamos los huevos y los cocinamos a fuego medio, hasta que cuaje la clara pero sin dejar que se cocine la yema (confieso que yo a veces lo que hago es hacerlos a toda castaña por un lado y luego les doy la vuelta y los hago también por el otro... todo rápido, para que cojan la puntilla justa y las claras queden hechas ;).
- Emplatamos las patatas (me gusta usar plato sopero para estas recetas... manías que tiene una =) y colocamos los huevos encima.
Y ahora llega el momento de la creatividad: se trata de romper, estrellar, separar o 'deconstruir' (jaja ;) los huevos.
Suelo acabar el plato con unas escamas de sal y algún toque de perejil.

 
Para ese día a día de trajín y vida de locos que solemos vivir todos, esta receta me parece un comodín de lo más práctico: una ensalada, huevos estrellados, algo de fruta...
 
y listos =)
 
Pero también están esas ocasiones que merecen cierto grado de especialidad y sofisticación. Y es precisamente en esas situaciones en las que los huevos estrellados pueden desempeñar también un importante papel.
 
Sólo se trata de partir de la receta base y empezar a jugar...
 
Con jamón (a tacos, salteado, crujiente...)
Con chistorra
Con 'sobrassada'
Con pimientos verdes, piquillos o pimientos del padrón
Con champiñones
Con espinacas salteadas
Con pisto o 'ratatouille'
Con una buena salsa de tomate (picante o no, con carne...)
Con queso (probad con roquefort y nueces... mmmh =)
Con foie
Con trufas...
 
O también podemos complicarnos la vida y preparar algo un poco más 'chic', pero esto... lo veremos en otro post ;)

 
Lo bueno de los huevos estrellados es que, además de servirlos como plato principal, también podemos utilizarlos (con 'friends' o sin ellos) como entrante, como parte de un pica-pica, como tapita (usando huevos de codorniz)... etc.
 
Así que ya veis que las posibilidades, además de deliciosas,
 
son también infinitas ;)
 
Contadme:
 
¿Estrelláis huevos con patatas?
¿Cuál es vuestra variante preferida?
Prometo intentar encontrar mecanismos para recordar... ¿alguna propuesta =)?
Decidme la verdad: ¿os pasan estas cosas =S?
 
 
 
Besos,
Ingrid
 
*Imágenes Google, Pinterest & We heart it.

lunes, 15 de octubre de 2012

'Misión Olvido', de María Dueñas

Muy buenas noches, ¿qué tal el fin de semana ;)?

Sólo Dios y yo sabemos lo que me va a costar escribir esta entrada de hoy (me vais a permitir el tono trágico ;) porque llevo el día entero y parte del de ayer dándole vueltas a cómo enfocar todo esto.

Quizás sea sólo cosa mía… puede que el hecho de que cada vez me guste más el picante en las comidas,  los toques rockeros en la ropa o que me plantee vivir cada vez más al filo de la navaja (situaciones tipo… se me ha colado un calcetín rojo en la colada blanca ¿lo dejo dentro a ver qué pasa?) signifique que ando algo faltada de emociones fuertes.
 
No lo sé;  ya os digo que puede que sólo sea cosa mía.
Pero el caso es que he terminado ‘Misión Olvido’ de María Dueñas y tengo que admitir que lo que más me ha impresionado…
 
Es la falta de intensidad =S
 
Sí; intensidad, pasión, sentimiento.  No los he visto en ninguna parte. Ni en los personajes, ni en el argumento, ni el desenlace.
No me ha parecido que ningún personaje viviera con fuerza su trayectoria vital. Aunque fuera de una manera elegante, reservada y digna; tal y como lo hacían los personajes de su primera novela, que si bien huían en pos de una vida mejor, nunca se escondían de sí mismos. Siempre valientes, siempre cómplices de sus heridas (en ese sentido no puedo negar que me ha decepcionado especialmente el personaje de la protagonista, Blanca Perea; que lejos de enfrentarse a sus propios demonios huye lejos a esperar que desaparezcan por sí solos).
 

Dueñas sigue escribiendo con un estilo impecable, una forma cuidada y esta vez ofrece además un final cerrado -y quizás excesivamente rápido también- a la historia  (personalmente prefiero los finales abiertos…  ¡dónde va a parar! ;).  La autora de 'El tiempo entre costuras' (aquí, clic) muestra una vez más una impecable labor de documentación y ambientación que logran que un@ se sumerja sin dificultad tanto en las épocas como en los lugares en los que transcurre la novela (la España de la posguerra y los Estados Unidos de finales de los noventa).
Y además se pueden encontrar frases potentes (brutales, acertadas y lapidarias) entre las páginas de ‘Misión Olvido’. Si no digo que no,

pero…

Pero me ha faltado ‘ese algo más’.
Eso que te tiene escondida en cualquier rincón para leer aunque sean sólo unas palabras. Eso que hace que desees y temas a partes iguales que las páginas se acaben. Eso que no te deja dormir y que te tiene la noche en vela página tras página a pesar de saber que al cabo de unas horas ni la varita  mágica de los Terracotta de Guerlain será capaz de devolverte una apariencia más o menos decente.

Pero ya os digo, puede que sea sólo cosa mía; porque empecé con el aclamado ’50 Sombras de Grey’… y lo abandoné a las diez páginas.
Aunque confieso que me he sentido tan incomprendida al escuchar los ‘ohhhh y ¿en serio que no te ha gustadooooo? Pero si es mmmmmmmh…’ que lo voy a retomar, a ver hasta donde es capaz de emocionarme el Sr. Grey ;)
 
 
 
En fin, contadme:

¿Habéis leído ‘Misión Olvido’?
¿Qué os ha parecido?
¿Vivís vosotr@s también en el filo de la navaja =)?
¿Algún libro que haya logrado subyugaros (en el sentido más amplio de la palabra, of course ;) últimamente?
 
 
Besos,
Ingrid
 

*Imágenes Google, Pinterest & We heart it.

viernes, 12 de octubre de 2012

Violines y reflexiones

Muy buenos días =)
 
Me vais a decir que suena a topicazo, a frase sobada, a contenido poco currado e incluso a 'memez sesentera'.
Vale, no os quito razón; pero es que llevo unos días dándome cuenta de que le tengo que dar muchas gracias a la vida (que me ha dado tanto... la risa, y también mucho llanto ;).

Y os estaréis preguntando...

¿y ahora por dónde nos va a salir ésta?

 
Veréis; yo, de pequeña, tocaba el violín. Bueno, 'tocaba'... en realidad sería más adecuado decir que lo maltrataba.
 
Sí. Lo maltrataba a él y también a todo aquél que tuviera el valor de escucharme, poniendo seriamente en peligro su estabilidad emocional y menoscabando -nota a nota- su integridad psíquica.
Cada sonido que yo le arrancaba al instrumento era un suplicio, cada pasada de arco por las cuerdas sonaba como una manada de gatos  enfadados maullando... pero allí estaban mis padres y mis abuelos, estoicos y valientes, dispuestos a aguantar lo que hiciera falta con tal de no vetarle a la nena ningún camino de expresión artística.
 
(Creo que mi abuela  llegó a desarrollar una compleja técnica de meditación que le permitía abstraerse de la realidad cuando yo reproducía mis sonoros deberes musicales y ella tejía a mi lado jerséis de punto sin parar.)


Y llegó el día en el que lo vi claro y comprendí que yo no había sido llamada para tocar el violín. Comprendí que la esperanza que brillaba en la mirada de todos los que me escuchaban tocar no era por lo que yo podría llegar a ser alguna vez en el mundo de la música, sino que la esperanza era

que en algún momento -¡por favor!- yo dejara de tocar =)

Así que lo tuve claro: guardé instrumento y accesorios, mandé las clases de violín y solfeo a tomar fanta y me dediqué a otra cosa.


Pasaron los años y nunca volví a hacerle caso a mi violín. Hasta que hace unos días fui a casa de mis abuelos en plan 'caza tesoros' (y también un poco para 'volver al nido' ;) y allí lo vi; en un rincón olvidado por todos, con la funda cubierta de polvo y ganas de volver a lucir.
Abrí el estuche, lo olí y no pude evitar sonreír al darme cuenta de la paciencia que tuvieron tanto él -por dejarse tocar- como todos los demás -por aguantar y aguantar-.
Y pensé que había sido muy afortunada de que los míos pusieran a mi alcance todos los medios que estaban en su mano para ayudarme a descubrir quién era yo (aunque eso todavía no lo tengo muy claro, pero estoy en ello... violinista desde luego que no ;)

Y así fue como agradecida y convencida

me llevé el violín para casa =)
 

 

Contadme...

¿Qué os parece esto de decorar las casas con retazos de vuestro pasado?
¿Tocasteis algún instrumento?
¿Con éxito =)?
Disfrutad del fin de semana largo, nos vemos el lunes ;)
 
Y... ¡felicidades, Pilares!

Besos,
Ingrid


*Imágenes Pinterest, We heart it & 'more than Chic'
 

martes, 9 de octubre de 2012

Orange Curd

Muy buenos días;
 
Sé que os había prometido naranjas para el lunes. Tenía todo pensado: el tono del post, alguna broma fácil (tipo 'hay vida más allá del zumo de naranja') e incluso iba a relacionar la receta con un artículo de psicología que leí tiempo atrás en el que se conectaba el gusto por los sabores ácidos con frustraciones infantiles no resueltas (y yo iba a deciros que mi montaña de frustraciones infantiles debe de ser infinita; porque si hay un sabor que a mí realmente me haga perder la cabeza, ese es el ácido del limón).
 
Pero un whatsapp desbarató mis planes
 
Pocas palabras, mucho dolor, mil preguntas, ninguna respuesta.
 
Pasé el lunes intentando conjugar la lejanía del último adiós con la inmediatez del nunca jamás. Intentando comprender por qué perdemos el tiempo viviendo como si fuéramos eternos cuando en realidad el telón puede bajarse de un momento a otro.
 
Y decidí que martes es también un buen día para hablar de naranjas.
Así que vamos a ello,
 
Orange Curd
 
 
El orange curd tiene muchas posibilidades: desde comérselo a cucharadas hasta usarlo como relleno de 'macarons' y 'cakes', pasando por tomarlo untado en 'scones' o con galletas de mantequilla (todo muy ligero, como veis... =).
Combina muy bien con merengue o con chocolate, por lo que las variaciones pueden ser infinitas (tanto como la montaña de mis frustraciones infantiles ;).
 
Yo esta última vez no quise complicarme la vida y lo serví 'brûlée' (que dicho así suena mejor -y más ohlalá- pero que básicamente se trata de poner azúcar pon encima y quemarlo con el chisme adecuado ;)
 
Los ingredientes
- 300 ml de zumo de naranja
- 60 ml de zumo de limón
- la ralladura de tres naranjas
- la ralladura de un limón
- 300 grs de huevo (serán unos 5 o 6, depende del tamaño)
- 150 grs de azúcar
- 30 grs de harina de maiz
- 60 grs de mantequilla
 
 
¿Cómo lo hago?
Yo seguí el mismo proceso que para hacer el lemon curd (lo vimos aquí, clic):
- En un cazo (apto para baño maría) batí zumos, ralladuras, huevos, maicena y azúcar.
- Cuando vi que la mezcla estaba completamente ligada, lo pasé al baño maría (temperatura no demasiado alta, es preferible que espese poco a poco) sin dejar de remover.
- Y cuando conseguí una textura de crema (unos 10 minutos después), lo saqué del fuego, y añadí poco a poco la mantequilla; mezclando hasta que la crema la integró del todo.
 
 
* He visto recetas que aromatizan el orange curd con algo de Grand Marnier; yo no lo hice, pero creo que el resultado puede ser interesante.
 
A ver, contadme;
 
¿Os habéis animado ya con el lemon y el orange curd?
¿Cómo los degustáis?
¿Le veis fundamento a la teoría cítricos/temores infantiles?
¿Sugerencias de enfoque ante el mayor de los temores?
 
 
Besos,
Ingrid
 
* Imágenes Pinterest & We heart it.
 

sábado, 6 de octubre de 2012

Algunas cosas que he aprendido estos últimos días...

¡Muy, muy buenas noches!
 
Antes de nada, quiero daros las gracias por todo el soporte que entre todos le prestasteis a mi receta...
 
¡2.642 votos son muchísimos más de los que yo nunca hubiera podido imaginar =)! 
 
Con todo, no conseguí llevarme el premio.

 
No; la vida es así, unas veces se gana y otras se pierde (yo este mantra lo interioricé con el 'Un, dos, tres'; por aquél entonces me fascinaban el pragmatismo y la tranquilidad de Mayra al decirlo... en contraposición con las caras de desolación absoluta de los perdedores, claro. Luego, con el tiempo, me di cuenta de la acertada realidad del contenido y aprendí que -en definitiva- 'las cosas buenas' y 'las cosas malas' no son tan diferentes entre sí; que unas traen a las otras y que el truco está en vivirlas dándoles la importancia justa... ) y a pesar del lógico desconcierto inicial

 estoy contenta porque he aprendido mucho =)
 
Sí, sí; ahora podría aquí liarme mucho y contaros cómo he llegado a perfeccionar la técnica del 'desprendimiento de la ira' a través del canto (a 'gritopelao' y en cualquier sitio en el que yo me crea libre de miradas...) de 'Back in Black' (clic) y 'Highway to Hell' (clic) de ACDC; del elaborado método que he usado para que J se convenza de la importancia de tener un iPad en nuestras vidas (aunque eso es y seguirá siendo secreto de sumario... sólo os puedo decir que descubrir a Siri ha tenido mucho que ver en ello... ;) o de lo bien que me ha venido todo esto para comprender un poco más la naturaleza del ser humano (incluida la mía, que -como bien dicen J y mi madre- uuufff... =).

 
Podría contaros todo eso y mucho más; pero de todo lo que aprendí creo que una sola cosa es la que debo compartir con vosotr@s; una información que vino a mí de la forma más inesperada y gracias a la que he podido hacer muchas deducciones.
 
Fijaros bien en este vídeo, porque estoy convencida de que antes o después esta información puede ser de vuestro interés ;)
 
 
 
Cuanto menos sorprendente, ¿verdad?.

Pero la vida está llena de buenas noticias por las que brindar y dar saltos de alegría (ya lo creo =) y hoy, después de tantos días sin aparecer por aquí he querido -además de daros las gracias- traeros un motivo para sonreír, porque...

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Decidme...

¿Son o no son estos un buen par de motivos para sonreír =)?
Disfrutad del fin de semana, el lunes os veo que tengo una de naranjas (y algo más...) que contaros ;)

Besos,
Ingrid
 
 
*Imágenes Pinterest, We heart it & Bo Concept.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Reinventarse

¡¡Hola chic@s, muy buenos días!!
 
Creo que ya lo tengo, que lo he descubierto =)
Me parece que ya he encontrado qué es lo más importante de un interiorismo para mí (y me siento como si hubiera descubierto algo muy grande; como cuando eres pequeñ@ y descubres... no sé, que con un taburete  ya llegas hasta el chocolate  o que no por tener un berrinche vas a conseguir lo que quieras y, por lo tanto, dejas de hacer el ridículo en el acto)
Me he dado cuenta de que lo realmente me importa de un lugar
 
es que ese espacio tenga la posibilidad de reinventarse =)
 
No me importa tanto el estilo que defienda como el hecho de que exista la opción de ponerlo todo patas arriba y darle un nuevo registro.
 
Lo mejor, y supongo que por eso me siento tan feliz, es que he comprendido que en la 'reinvención' está la solución para casi todo (en serio, voy como alucinada, pararía a la gente por la calle y le diría '¿pero ya se ha dado usted cuenta de que la solución está en reinventarse?'. Sobra decir que no lo hago, porque aunque a algunos les pueda parecer incluso divertida la cara de flipe que he adoptado desde mi descubrimiento; imagino que si voy, los cojo del brazo y los zarandeo diciendo '¡reinvención, reinvención!' seguro que gracia, lo que se dice gracia, les haría más bien poca...)
 
En nosotr@s mism@s:
Tod@s podemos -y debemos- cometer errores, claro que sí. Yo por ejemplo, de jovencita (mil o mil quinientos años atrás) me emperré en que quería tener el pelo rizado.
Convencí a mi madre (técnica del agobio/hastío) y me hice una permanente. El rizo era majo y yo era feliz...
 
hasta que me hicieron una foto y comprendí que la reinvención era necesaria además de muy urgente =)
 
En la cocina:
Nos ha pasado a tod@s. De repente un día te levantas y ves clarísimo que el futuro de la cocina mediterránea pasa por combinar las legumbres con el queso.
Te pones a ello: hierves las legumbres y mientras tanto escribes un post, te entretienes, te llama una amiga por teléfono a la que escuchas embelesada cuando te explica con todo lujo de detalles el magnífico lugar en el que ha estado el último fin de semana... y cuando vas a ver qué tal les va a las legumbres, te encuentras con toda una masa deshecha que amenaza con cobrar vida propia.
¿Qué haces? Pues no te queda otra... 'reinvención': te olvidas del queso, coges el túrmix, lo trituras todo hasta conseguir textura de crema fina, le pones algún 'divertimento' y lo llevas a la mesa con todo el descaro que seas capaz de encontrar en tus reservas...
 
para comprobar sorprendida que todos repiten y te dicen lo estupenda que te ha quedado esa crema
 
(Y además añaden: 'No como la del otro día, que parecía que le faltaba unnosequéounalgo' esa por la que tú habías estado sufriendo atada a los fogones confitando cebolla, con todos los sentidos puestos y removiendo sin parar... En fin)
 
En la vida:
Vivir consiste básicamente en caminar, tropezar, caer y volver a levantarse; pero lo mejor de todo, lo que hace que la vida merezca la pena ser vivida, es que cada vez que nos caemos
 
tenemos la oportunidad de reinventarnos levantándonos de una manera totalmente nueva =)
 
¿No os dais cuenta? Podemos ser alguien totalmente distinto a cada paso; alguien que ofrece soluciones diferentes a partir de cada tropiezo. Y es precisamente por ello que debemos perder el miedo a equivocarnos porque con cada error, conseguimos otra oportunidad de cambio.
 
Y lo mismo ocurre -cómo no- en decoración: después de ver muchas casas, pisos, espacios y locales varios, me he dado cuenta de que siempre me atraen aquellos que nunca se cierran a una segunda oportunidad; los que nunca pierden la categoría de lienzo en blanco, siempre dispuestos a admitir un cambio, a contener un trozo de nuestro pasado o a recibir un hobby nuevo.

Esta casa de hoy me parece un estupendo ejemplo de ello...

 

 
 
 
 
Decidme,
 
¿Qué os parece a vosotr@s?
¿Creéis que el futuro está en revisar nuestras creencias de hoy?
Disfrutad del fin de semana... yo espero que en el mío las horas sean de lo más elásticas ;)

No me riñáis, ya sé que os debo todas las visitas del mundo y que tengo muchos mails por contestar. Lo sé, no lo olvido; igual que no olvido todo el soporte que me habéis prestado en el concurso de recetas, aquí -clic- (por cierto, podéis seguir votando sin piedad hasta las 00'00 de esta noche; incluso si ya lo habéis hecho, según me ha dicho un pajarito... la cosa está muy reñida y hay momentos en los que hasta me veo capaz de hacerme con el ipad de mis desvelos... ¡menos mal que hoy es el último día! ;).

Os lo agradezco infinito y prometo además compensaros por ello =)


Besos,
Ingrid
 
 

*Imágenes Marie Claire Maison
 


lunes, 17 de septiembre de 2012

Porque los sueños... ¿sueños son ;)?

Hola chic@s, muy buenos días;


Yo tenía pensado llegar hoy y hablaros de un pisito la mar de mono que encontré el otro día, pero he tenido lo que se dice una noche movida (traigo una cara... vamos, surrealismo puro), repleta de sueños inquietantes; lo cual es estupendo (ironía 'on') porque llevo varios días sin dormir -ni mucho, ni bien- y ayer, precisamente, me acosté temprano dispuesta a darle al cuerpo todo el descanso que me pidiera y a que la complejidad de mis sueños no fuera más allá de una peli de Disney, dulces ovejitas o floridos campos de lavandas.


Pero no. He tenido una noche repleta de trascendentalidad.
Supongo que la culpa es de lo que últimamente estoy leyendo; bueno, eso y que siempre he sido fan de las teorías conspirativas =)
Pero como no me lo saco de la cabeza, creo que hoy va a ser más honesto por mi parte

contaros mi sueño y dejar el pisito para otro día... =)

Veréis, esta noche, yo era periodista. Pero no una periodista cualquiera, no; yo era una de esas comprometidas con la verdad, la justicia y la salvación del mundo.
Además era algo más alta, estaba monísima y vestía divinamente (sí, qué pasa, yo tengo el copyright de mis sueños y los manejo como quiero... =).


El caso es que realizando un trabajo de investigación sobre unos laboratorios, me topaba con una documentación (con clasificación 'top secret', 'only for your eyes' y todas esas cosas... es que también he visto muchas de 007 ;) en la que se revelaba que toda la situación sociopolítica y económica que estamos viviendo actualmente forma parte de un plan maquinado, estudiado y perfectamente cronometrado por una cúpula de poder invisible cuyos intereses mueven el mundo desde el inicio de los tiempos ('ahíesná').

Resultaba revelador porque la manipulación a la que nos sometían sin piedad no iba acompañada de grandes movimientos, aunque no por ello era menos efectiva; básicamente se centraba en el control de los medios, la paciencia y la planificación a largo plazo.

Ellos, 'los malos', habían orquestado y provocado tiempo atrás esta crisis que sufrimos con la intención de que -poco a poco- todos fuéramos aceptando la disminución de nuestros derechos y libertades; por ejemplo: si tenemos asumido que 'hay crisis' terminaremos viendo como algo normal el hecho  de que nos quedemos sin asistencia sanitaria, sin sueldos decentes, sin escolarización o sin pensiones (esta idea es la que durante toda la mañana me ha estado rondando por la mente, generándome -no lo voy a negar- un cierto malestar... Pordiosss es que me dan picores sólo de pensarlo...)

Yo escribía sobre ello y lo hacía público; pero nadie quería escucharme. Cada vez que intentaba difundir algo relacionado con este contenido 'ellos' se preocupaban de provocar un bombardeo de informaciones insignificantes que sepultaban la importancia de mis palabras; distrayendo a la opinión pública y alejando su atención de todo cuanto fuera grave, importante o determinante.

Me sorprendía la eficacia de sus métodos silenciosos; de una forma totalmente sutil conseguían que todos aceptáramos ser culpables de lo que estábamos viviendo.
Y no hay nada peor que la culpabilidad; porque la culpabilidad mina la voluntad y la acción. Por lo que...

si hay culpabilidad, no hay revolución.

Me he despertado de golpe y con una paralizante sensación de realidad cuando los malos (guapísssssimos, por cierto: a lo Matthew Bomer, el protagonista de 'Ladrón de guante blanco') me perseguían por las calles de una ciudad desconocida mientras yo corría veloz y sin dificultad alguna sobre unos estilosos tacones de quince centímetros.



Por favor,
 
¡decidme que soñar estas cosas es normal =)!
¿A dónde os llevan vuestros sueños?
¿Qué opináis de mi frenética actividad onírica ;)?
 
Besos,
Ingrid

*Imágenes We heart it.


 
 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Melanzane alla parmigiana (o berenjenas a la parmesana)

Muy buenas noches chic@s;
 
Berenjenas.
El otro día prometí que os hablaría de ellas, pero antes de 'ponernos el delantal' quiero daros las gracias por todo el soporte que me estáis dando en el concurso de recetas.
De corazón,
muchas, muchas gracias =)
(quedan 9 días... ¡todavía podemos conseguirlo XD!)
 
A lo que íbamos,
 
berenjenas
  
Este verano me han regalado kilos y kilos de berenjenas (pero es que dicho así a lo mejor os imagináis que solo fueron unas cuantas... no, estoy hablando de MUCHOS, MUCHOS kilos... las he preparado en conserva, asadas, fritas, en moussaka, con azúcar, como relleno de hojaldre, en pisto, en crema, en tempura, rellenas, como chips, crujientes... pero aquel maldito montón parecía no querer encoger de ninguna de las maneras) y a pesar de que yo nunca había sentido demasiada atracción por ellas, este verano -por el bien de mi estabilidad emocional-, decidí que íbamos a llevarnos bien.
 
Cansada de ser blanco de bromas fáciles por parte de todos mis amigos y después de apurar toda posibilidad culinaria conocida; decidí recurrir a la infinita 'sabiduría googleliana'.
 
Nada más darle al 'intro' me topé con todo un clásico del recetario italiano
 
Melanzane alla parmigiana
 
 
Claro. ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
Tenía todos los ingredientes a mano, y como por aquél entonces mi obsesión era acabar con ese arsenal de berenjenas del diablo, ni me lo pensé.
Lo que en ese momento no podía imaginar...
 
es que me fuera a gustar tanto ;)
 
Los ingredientes
- Berenjenas
- Tomates
- Ajos
- Unas hojas de albahaca fresca (o en polvo, lo que tengáis más a mano. Incluso orégano)
- Parmesano rallado
- Mozzarella
- Aceite de oliva y sal
 
¿Cómo lo hago?
Preparar esta receta no tiene nada de complicado, pero os mentiría si no os dijera que es algo entretenida de elaborar.
Y aunque hay que pelar (yo lo hice con berenjenas blancas que, a pesar de ser carnosas, suaves y dulzonas tienen -para mi gusto- una piel excesivamente gruesa), cortar, esperar, sofreír, colocar y hornear... os prometo que merece (muy mucho) la pena.
 
- Empezaremos con las berenjenas: las lavamos, despuntamos y cortamos longitudinalmente en rodajas de medio centímetro (aproximadamente) de grosor.
Las ponemos en una bandeja con un pellizco de sal y dejamos que 'suden' durante una media hora.
- La receta tradicional italiana fríe (algunos incluso rebozan) en aceite de oliva las berenjenas, pero yo decidí aligerar el plato haciendo las berenjenas a la plancha con un poco de aceite (por cierto, he visto que se pueden hacer también al horno: se ponen en una fuente con un poco de sal, un chorrito de aceite y se hornean hasta que están doraditas). Reservamos.
- Vamos ahora con los tomates: los lavé y corté a dados (primero pelé y laminé unos ajos que puse a sofreír a fuego bajo).
Pasé el tomate a la sartén, lo salteé a fuego fuerte unos minutos transcurridos los cuales bajé la potencia de cocción y añadí sal, albahaca y un pellizco de azúcar.
Cociné a fuego suave hasta que el tomate absorbió su propio jugo.
- Y llega el turno de montaje: en una fuente honda de horno empezamos disponiendo una capa de tomate; encima de la que iremos haciendo pisos alternando berenjena, tomate, mozzarela a rodajas, parmesano rallado (y vuelta a empezar: berenjena, tomate, mozzarela, parmesano...) y así hasta terminar con una generosa capa de queso (nunca hay demasiado queso para mí...).
- Gratinamos durante unos 15 minutos a 180º (calor arriba y abajo) o hasta alcanzar el punto de gratinado que más os guste.

 
Nosotros nos la comimos recién salida del horno pero me ha dicho un pajarito que templadita o incluso fría...

 
está también buenísima =)

 
Contadme,
 
¿Habéis probado las 'melanzane alla parmigiana'?
¿Alguna 'trucoreceta' para despachar berenjenas?
¿Tenéis feeling con ellas?

 
Y recordad...

 
Besos,
Ingrid

 
PD: Me voy reincorporando a la virtualidad poco a poco... =)
 
*Imágenes Pinterest & We heart it.
 

lunes, 10 de septiembre de 2012

De vuelta y pidiendo SOS... ¿Me ayudáis ;)?

¡Muy buenos días!:
 
¡Qué ganas de veros! ¿Cómo estáis? ¿Qué tal el verano? Contádmelo todo: ¿playa?, ¿piscina?, ¿amores?, ¿recetas nuevas =)?

Mi verano ha estado plagado de sorpresas; desde  soñados encuentros (compartimos un par de inolvidables cenas con Carmen de 'El collar de Hampstead', -clic- y su encantador marido), berenjenas, desgracias tecnológicas (se me cayó hace unos días el iphone y la pantalla se rompió en dos millones de pedazos... -ooooommmmm- por si eso no fuera suficiente, el portátil empezó a hacerme el tonto también... más ooooommmm, respiraciones profundas y enormes esfuerzos por reprimir unas terribles ganas de hacer una hoguera en el balcón con todos los cacharros tecnológicos que se me puedan poner por delante) más berenjenas, revelaciones existenciales que os contaré a su debido tiempo (que empezar divagando no me parece lo suyo ;) y la última de ellas ha sido que...

¡He quedado finalista en el concurso de recetas veraniegas que ha organizado la revista Consumer!
(Oooooeeeeoeoeoeoeeeee ;)

Si, sí... pero es que, además el premio...

¡Es un iPad =)!

 
 
Aypordioss ¿os imagináis que me toca? Yo es que no duermo sólo de pensarlo... ¡un iPad!
Juro que no me gusta pedir favores; que me es mucho más fácil hacerlos pero... esta vez necesito que me echéis una mano y que me ayudéis a convertir en ganador  a mi 'Carpaccio de melón con queso, nueces y crujiente de jamón'(¿os acordáis? Lo vimos aquí, clic).

Si os apetece apoyar mi receta (os voy a estar agradecida aeternum, palabra ;), debéis seguir estos tres pasos:
 
1. Entrar en la web de Consumer (clic aquí) y registraros para recibir sus interesantes boletines semanales. (De los que podréis daros de baja en cualquier momento... después del 21 de setiembre =)

 
2. Inmediatamente recibiréis en vuestra bandeja de entrada un mail en el que os pedirán confirmación para recibir los boletines semanales de Consumer. Clicáis en el enlace y veréis que en seguida os llega otro mail agradeciendo vuestra participación.

 
3. Finalmente, vais hasta este enlace del sorteo (aquí, clic) buscáis mi receta de 'Carpaccio de melón con queso, nueces y crujiente de jamón' y veréis que justo debajo hay la pestaña para votar. Clicáis y se os abrirá una ventana en la que os pedirán el correo electrónico con el que os habéis suscrito; lo escribís, le dais al OK...

 
 

¡y listos!
 
Todavía tenemos tiempo, es hasta el 21 de setiembre pero...
 
¡Cuento con todos vuestros 'clics'!
¡Difusión!
A votaaaaaaaaaaaarrrr ;)
 
Mañana hablaremos de una receta (con berenjenas, mi verano ha estado plagado de ellas... vamos, una auténtica locura 'berenjenil') por la que de entrada no daba yo gran cosa y con la que, en cambio, conseguí arrancar varios 'mmmmmhhs', 'oooooooooohhs' y 'aaaaahhhs' ;)
 
Yes we can...!
Gracias ;)
 
 
Besos,
Ingrid
 
 
*Imágenes Eroski Consumer & We heart it
 
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