35 m2 de pura racionalidad... =)

¡Muy buenas noches!

(Iba a decir 'tardes'... cómo se me van los días =)

Siempre me han gustado los ejercicios de racionalidad.

Bueno, en realidad debería decir que yo soy de esas que inconscientemente -o no- andan siempre buscando raciocinio en todas partes...

Justamente por eso, cuando me he tropezado con este pequeño apartamento parisino que hoy vamos a comentar (y a cotillear sin parar... ;),

no he podido evitar dejarme seducir por él =)

Además de la cuidada distribución del mobiliario, me han sorprendido muy gratamente la optimización de recursos en cuanto a aprovechamiento de luz se refiere y el acertado uso de tonos oscuros que, al contrario de lo que a priori pueda parecer, no logran restar ni un ápice de claridad o amplitud al conjunto.

Y es que, en definitiva, recordad que...

¡sólo se trata de 35 m2!

¿Quién dijo miedo?

Mirad, mirad...

La elección de tonos neutros, el pavimento en madera clara, los complementos de cierto aire rústico y una chimenea (¡sí, una chimenea!) aportan una indiscutible y austera serenidad a la zona del estar.

Además de la oportuna separación de las zonas diurna y nocturna con 'una cortina' de cristal; lo primero que me ha llamado la atención del conjunto de la casa ha sido el punto de visión focalizado (y de separación) que consigue la cocina con la encimera de corian a medida y los frentes de armario enteramente lacados en blanco.

Una sobria mesa de madera, acompañada de (unas eternamente bellas) sillas Panton, resuelven el office además de aportar el necesario punto de calidez a la zona.

Personalmente, no me termina de convencer -lo confieso- el papel pintado de la pared (fijaos que integra y además 'camufla' la puerta del baño).

No tengo nada en contra de los papeles pintados, al contrario, pero éste en concreto me parece un tanto excesivo (vale, admito que puede que sea sólo cosa mía... =)

La trasera de los muebles de cocina es el lugar escogido para ubicar la televisión.

Como veis, el frente de pared que alberga las ventanas (todas vestidas con 'screen' en crudo, al igual que el que cuelga tras el frente de cristal y que otorga total privacidad al ambiente si es necesario) está enteramente pintado en un acertado y elegante tono de gris.

El baño -de aspecto sencillo, depurado y sobrio- se resuelve con mobiliario de obra (¡el lavamanos cobija también la lavadora!) revestido en gresite negro combinado con paredes en el mismo gris que el resto de la vivienda.

Decidme,

¿Opináis que es éste un sabio ejercicio de racionalidad?

¿Hubierais puesto 'ese' papel pintado ;)?

¿Os parece una buena solución aprovechar la trasera del mueble de la cocina para ubicar la TV?

Besos,

Ingrid

*Imágenes Marie Claire Maison