Ensalada de rúcula con magret y vinagreta de fresas ;)

¡Muy buenas tardes!

¿Qué tal os ha ido el fin de semana? Yo, entre otras muchas cosas (esta hiperactividad que no me abandona...) preparé esta receta.

La cosa no fue intencionada; fue el resultado de una despiadada necesidad...

Pero eso mejor os lo cuento otro día... o mejor aún no os lo cuento en la vida; que os daría todos los argumentos para que sospecharais en mí una grave enfermedad mental... =)

Esta es una de esas ensaladas para las que no hace falta ingenio, ni práctica... ni tan siquiera innovación.

Pero es que a veces un resultado excelente no depende de horas de trabajo. A veces -o muy a menudo- la sencillez es el camino más rápido para llegar a la  exquisitez... (al mi-cuit como ejemplo me remito: lo preparas en un momento, lo dejas en la fuente de calor y después de enfríar... ¡mucho placer adulto! =)

La de hoy es una de aquellas ensaladas que resulta interesante como tipo 'base' y que podemos ir ampliando según nuestros gustos, preferencias e inquietudes (yo me he propuesto probar con parmesano también la próxima vez... además de cambiar la fresa por el higo y ponerle también unas nueces y unos picatostes... pero ya os contaré si finalmente me aventuro ;)

Otro detalle que no podemos pasar por alto es el económico (que tal y como anda la cosa no estamos para despilfarros...): con un magret de pato nos da para preparar 4 ó 5 ensaladas como esta.

Esta receta nos permite además preparar con antelación la cocción del magret y que en el momento de emplatar se trate solamente de darle 'un golpe de calor' (no mucho, que luego igual se os cuece demasiado... pensad que se trata de conseguir una temperatura templada) ganado así una considerable cantidad de tiempo ;)

Bueno, como está claro que objetiva del todo no soy con esta receta... mejor os la explico y ya me contaréis qué tal si probáis ;)

Ensalada de rúcula con magret y vinagreta de fresas

Los ingredientes (para 4 personas)

- Un magret de pato

- Una bandejita de rúcula

- Reducción o crema de balsámico; (la podéis comprar hecha o poner a hervir vinagre balsámico con algo de azúcar y reducir su volumen a un tercio ;).

- Confitura o mermelada de fresa (yo usé de esta que hice aquí, clic)

- Aceite de oliva virgen extra

- Escamas de sal

¿Cómo la preparo?

- Empezamos primero con el magret de pato: lo salpimentamos y le hacemos unos cortes en diagonal (por la parte de la piel) dejando aproximadamente un centímetro entre cada uno de ellos. 

Lo ponemos (con la piel hacia abajo) en una sartén a fuego medio-bajo y no le vamos a dar la vuelta hasta que la grasa de la piel se haya reducido y dorado considerablemente. Una vez hecho esto, le damos la vuelta, y a fuego algo más 'alegre' ya, doramos los otros lados. Reservamos (este 'reservamos' lo podéis alargar cinco minutos o doce horas; lo que os convenga =)

- Rebajamos la confitura de fresa con un poco de agua y pasamos por la batidora para conseguir una consistencia algo más líquida.

- Ponemos un 'bouquet' de rúcula en cada plato.

- Laminamos -lo más finamente posible- el magret y lo colocamos sobre la rúcula dando volumen y cierta 'verticalidad'.

- Con una cuchara, salseamos con la confitura rebajada de fresa y terminamos aliñando con el aceite de oliva, la crema de balsámico y las escamas de sal.

Claro que si usamos menor cantidad de rúcula, mayor cantidad de pato y una temperatura algo más alta... este plato se convierte fácilmente en un interesante y ligero segundo; pero esa es historia para otro día ;)

Contadme...

¿Os habíais planteado usar el magret de pato en ensalada?

¿Os gusta la idea de usar las confituras y mermeladas para platos más 'salaos' ;)?

¡Hasta mañana...!

Besos,

Ingrid

*Imágenes 'more than Chic'