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viernes, 29 de octubre de 2010

¡¡Necesito este cojín!!

No sé qué me ha pasado... hace bastante tiempo que lo voy viendo por aquí y por allí; siempre me ha parecido una monada, con ese aire entre 'punk' y 'shabby chic' pero el caso es que ahora...

¡lo necesito!
visto aquí

visto aquí

Y no sabéis la rabia que me da porque hace tiempo, mirando entre mis blogs de cabecera, encontré un post que hablaba de él y venía el link de una tienda online (¿inglesa?) en la que había no sólo este, sino muchos más (a cual más bonito...) y...

¡no lo encuentro!

¿Por qué no lo guardaría? Si, ya sé que también lo venden aquí pero no era esta la tienda donde lo vi...

Así que, nada, a seguir buscando... (¡¡Please, si alguien lo sabe que me lo diga y me libere de este martirio...!!)

¡¡Mientras yo busco os deseo un muy happy weekend  ;)!!


Besos,
Ingrid

miércoles, 27 de octubre de 2010

Lo he probado... ¡cama hinchable! (Segunda parte)

Hoy, como lo prometido es deuda, os voy a contar qué tal ha sido dormir en la cama hinchable punto por punto...
Así queda la cama hinchada y colocada:


Y ahora vamos con los detalles...

A)El hinchado:
Bien, como ya os comenté, no tarda mucho en hincharse (unos 4 minutos). Ruido cuando se hincha... bueno, no puedo decir que sea silenciosa pero tampoco es como para morirse; de hecho la hinchamos justo antes de acostarnos y tampoco me pareció un ruido infernal e insoportable que pudiera despertar a todos los vecinos...
Le doy un 7.

B)El olor...
Ah,... ¡el olor! Eso si que tengo que decirlo; nada más sacarla de su caja se apodera de la casa un intenso olor a (¿plástico?)que espero y deseo fervientemente que desaparezca con el uso...
Le doy un 4.

C)Las medidas:
El que mida 157 cm de ancho la convierte en una cama mucho más cómoda; hay otras en el mercado de 135 cm que tienen que ser, a mi entender, un poquito angostas... porque no nos olvidemos que no es una cama 'normal', no tiene la rigidez ni el mismo tacto; y que sea un poco más ancha da como 'libertad de movimiento' a los ocupantes.
Le doy un 8.

D)El saco:
Si, aquel saco (horrible, de color azul, ¿os acordáis?)bueno... pues si que facilita el hacer la cama, todo sea dicho pero a mi entender, tiene dos inconvenientes básicos.
Primero: si eres de los que tienen un dormir movidito... pues deshaces la cama en un 'pis pas'.
Segundo: ¡No abriga nada!, no y no. O yo soy más friolera de lo que pensaba o este saco no sirve ni para las tórridas noches de agosto.
Si a estos dos puntos le añado que no soporto este azul tan...(¿supermercado?)y que el tacto es de lo más áspero, creo que no lo voy a volver a usar y que intentaré hacer la cama por el método tradicional...
Le doy un 3.

E)El dormir
Bueno, pues aquí si tengo que deciros que la sorpresa es grata. Lo que se dice dormir se duerme bien. Claro que no es comparable a tu cama normal; tampoco es un colchón de látex ni de lejos. Hay que ser conscientes de lo que realmente es: una colchoneta de aire.
Pero como tal -y yo que soy de espalda delicada y dormir complicado- tengo que decir que dormimos muy bien.
Durante la noche pierde un poco de aire -sólo un poco- pero esto no le resta comodidad; al contrario.
Le doy un 8.

F)Deshinchar y guardar
Deshinchar no es tan rápido como hinchar. Tienes que ir apretando por aquí y por allí para que salga el aire. Doblar si que requiere un poco de técnica... tienes que hacer los pliegues lo más estrechos posibles para que te quepa sin problema en la bolsa, pero vamos, tampoco es física cuántica.
Y guardar es fácil, no ocupa mucho lugar. En una caja de esas para la ropa o un cajón hondo...Claro que depende del espacio que tengáis, pero lógicamente, siempre ocupará menos que cualquier otra opción que os planteéis.
Le doy un 6.

Conclusión: no es un mal producto; uno tiene que entender lo que realmente es y no pedirle más. Pero desde luego, para un par de noches o para que os saque de un apuro si, al igual que yo, no tenéis alternativa cuando se quedan invitados, no lo dudéis. Y ahora os dejo...
Besos,
Ingrid

lunes, 25 de octubre de 2010

Lo he probado... ¡cama hinchable! (Primera parte)

¿Qué tal el fin de semana? Espero que estupendo.

Bien, hoy -como buena 'cocooner'- quiero que tratemos un asunto muy, muy serio... Tan serio como ¿dónde metemos a los invitados cuando se quedan a dormir y no tenemos espacio?.

Pues eso. Ante problema de tal magnitud,  Mr. J y yo hemos valorado todas las opciones conocidas y a falta de habitación de invitados, de un sofá-cama e ignorar la posibilidad de reservar una habitación en el hotel más cercano, solamente nos queda una opción lógica: una cama hinchable.


Una vez llegados a esta conclusión, acudo rauda y veloz a mi amigo 'google' para que me cuente a ver qué tal le ha ido a todo el mundo con esas camas de la publi que prometen maravillas y... ¡los resultados no pueden ser más desalentadores! ¿Será tan terrible dormir en una R------m?.

Decido no darme por vencida y sigo investigando, investigando hasta que encuentro a varios usuarios de la cama Intex, y me cuentan que 'la relación calidad-precio es muy razonable', 'que no es como dormir en tu propia cama, pero que para una noche o para salir del apuro, pues vale', que 'nosotros la hemos probado para saber si nuestros invitados nos iban a odiar el resto de sus vidas y la verdad es que no está nada mal'... etc.

Así es que con todos esos comentarios en mente y 50 (49) euritos me voy hasta el Carrefour más cercano y  la compro.
Llego corriendo a casa entre nerviosa y eufórica por tener la clave para ser la mejor anfitriona y me dispongo a hincharla ('pues si que viene bien dobladita, a ver cómo la vuelvo a meter en la caja esa...', 'pues es verdad que sólo tarda 4 minutos en hincharse', 'pues mira que el ruido que hace tampoco es para tanto', pues no parece nada incómoda... pues no, no es nada incómoda') hasta que oigo 'psssssssssssssssssss' y veo un agujerito... ohhh ¡mi gozo en un pozo!

Voy al dia siguiente toda resignada a cambiarla y... ¡no queda ni una! Diablos ¿será posible?.
Pregunto y me dicen que sólo les queda la marca Carrefour, que está de oferta y que por el mismo precio de la Intex te dan la cama hinchable y el saco ajustable... Miro y remiro y veo que: humm el fabricante es el mismo, las medidas son iguales, la del Carefour no tiene la marca escrita en la cama, y que el saco ajustable que viene en tres colores horribles (azul, naranja y verde), no es de algodón egipcio precisamente pero nos puede venir bien para vestir la cama de una manera más cómoda. No lo pienso más, escojo el saco en azul (¡¡por qué no los harán nunca en blanco!!) y... me la llevo.


Bueno, hasta aquí por hoy. Esta noche la probaremos y mañana os cuento con pelos y señales,


¡Lo prometo!


Besos,
Ingrid

viernes, 22 de octubre de 2010

Flanes...

¡Cómo pasa el tiempo...! Ya es viernes otra vez... ¡Biennn!

Hoy quiero hablaros de algo nada nuevo pero nunca viejo: el flan.


Voy a contaros cómo hago yo la receta tradicional y una 'trucoreceta' fácil de mi abuela que siempre funciona cuando no tienes tiempo para nada y necesitas un milagro que te saque del apuro de no tener un postre (sencillo pero rico, rico) a punto.

Para hacer la receta tradicional (yo lo hago en un molde alargado, de estos de cake, para unas 8 ó 10 personas. Si necesitáis menos ajustad cantidades) necesitamos:

- 750 ml. de leche (mejor si es fresca, gana mucho en sabor)
- 8 huevos
- 225 grs. de azúcar
- caramelo líquido (que podemos comprar o hacer sin dificultad nosotros mismos poniendo azúcar en un cazo hasta que caramelice)

-Preparación:
Ponemos la leche a hervir. Mientras, caramelizamos el molde y trabajamos (turmix) en un cuenco los huevos con el azúcar hasta que esté bien espumoso.
Cuando la leche rompa a hervir la sacamos del fuego y la añadimos al cuenco junto con los huevos y el azúcar y lo mezclamos bien (siempre con el turmix).
Finalmente, lo pasamos al molde caramelizado y lo metemos en el horno (baño maría) a potencia medio-alta durante unos 35 minutos (o hacéis la prueba del palillo, ya sabéis, si os sale seco está de sobras).

Esta receta que es la tradicional admite múltiples variantes: añadiendo unos 100 grs. de café en polvo o coco rallado o queso... obtendréis también unos flanes 'very, very delicious!'

Bueno, hasta aquí la tradicional; vamos ahora con la 'trucoreceta'.

Lo que vais a necesitar:


Si, si; flan chino del de toda la vida. Leche y azúcar para seguir las instrucciones del flan tal cual van en la receta y... (redoble de tambores...) ¡un huevo!.

Pues ese es el truco: añadirle un huevo por cada medio litro de flan chino que hagáis. Puede parecer una tontería, lo sé, pero probarlo y ya me contaréis.


Que tengáis un muy, muy

Happy weekend!

Besos,
Ingrid



jueves, 21 de octubre de 2010

Mi ultima adicción es...

¡Siiiiiii, lo confieso! Mi última adicción es:


Nunca imaginé que el archiconocido aparatejo me iba a cautivar de tal modo... ¡estoy totalmente rendida a sus pies!

¡Pero qué vicio de chisme!

Hace pocos días que lo tengo pero ya vivo con él una sólida historia de amor...


Que conste que no quiero convencer a nadie, pero... es taaan fantástico tener teléfono, cámara, acceso a internet, mapas y todo lo que le quieras poner que yo, por lo menos, ¡vivo iphonitizada!

Y vosotr@s, ¿qué me decís?


¿Estáis, al igual que yo, iphonitizados?

Besos,
Ingrid

miércoles, 20 de octubre de 2010

Puccini...

Mis gustos musicales han sido siempre de lo más variopintos... ¡tanto me da por escuchar ACDC como me derrito con una buena ópera!.

Hace año y medio, cuando estábamos ultimando los detalles de nuestra casa, me obsesioné (literalmente, para disgusto de propios y extraños, imagino...) con la ópera en general y con Tosca de Puccini en particular.


Y es que no tengo palabras para describiros el momento... imaginad: una bañera llena de espuma, velas, nadie en casa y la Callas cantando "ah, quegli occhi...".

¿Se le puede pedir más a la vida?.

Pues fue mi obsesión por Tosca la que decoró la puerta de cristal que da paso a la cocina y al salón.
Y es que una puerta de cristal sin más me parecía un poco sosa. Así que opté por pedirle al vinilador que me hiciera unas letras adhesivas en color transparente del texto que yo le mandara... Y ese no fue otro que:

 "Ah, quegli occhi...

 Qual'occhio al mondo può star di paro
 all'ardente occhio tuo nero?
 È qui che l'esser mio s'afissa intero.
 Occhio all'amor soave, all'ira fiero.
 Qual'altro al mondo può star di paro
 all'occhio tuo nero?

 Oh, come la sai bene
 l'arte di farti amare!
 Ma, falle gli occhi neri!

 Mia tosca idolatrata,
 ogni cosa in te mi piace;
 l'ira audace
 e lo spasimo d'amor!"

En él Tosca tiene un ataque de celos y su amado le responde que los celos son absurdos pues no hay nadie en el mundo que pueda resistir a la mirada de Tosca. Y que todo en ella le gusta: la ira y el amor.


Bueno, y este fue el resultado. Nosotros estamos encantados, pero y a vosotr@s:

¿Qué os parece?

Besos,
Ingrid

lunes, 18 de octubre de 2010

Caperucita roja...

Pues si... últimamente parezco caperucita; todo lo que hago o escojo es rojo...  sin darme cuenta.

Debo decir que el rojo nunca ha sido uno de mis colores favoritos, siempre me he decantado por blancos, negros y grises. Incluso -y quizás, sobretodo- en decoración. En nuestra casa prácticamente impera el 'total white', por eso me he sorprendido a mi misma cuando me dado cuenta de esto:



(Este ciclamen me lo regaló ayer mi madre, sabe que me encantan. ¡¡Gracias, mamá!!)


(Esta mariquita la compré hace algún tiempo en una tienda de animales; es un 'sacapelosdegatodelsofa' y la verdad es que va genial.)



(Este es uno de mis últimos tesoros... y debo agradecérselo a mi padre. Hacía tiempo que andaba loca por uno de estos teléfonos sesenteros, y...¡descubrí que mi padre tenía uno nuevecito!. ¡Gracias, papá!)


(Bueno, y esto es un avance de lo que estoy haciendo últimamente... ¡en breve os daré más detalles!)

Dice el 'Feng Shui' que el rojo es el color que más ayuda a atraer el flujo del 'chi' y que es el que transmite la máxima energía vital, calor y pasión... no está mal, ¿no?.

Bueno, ahora os toca a vosotr@s:

¿Cuál es vuestro último color fetiche?

Besos,
Ingrid

viernes, 15 de octubre de 2010

¡¡Qué agradable sorpresa…!!



Ayer: 09’45a.m., suena el timbre. ¿Quién será…? ¡¡Ohh, un paquete para mí… y del remitente más inesperado (¿¿¿...mamá???)!!

¡Pero qué alegría al abrirlo!, pero ¿¿cómo puede ser que las mamás nos conozcan tanto??. Llevo tantísimo tiempo suspirando por esta cartera…



Todo tal y como lo había soñado: con las iniciales grabadas y el interior en color rojo… ¡y yo que cuando hablo pienso que no me escuchan!.


Aún estoy sin palabras…

¡¡Mil, mil gracias y besos, mamá!!

Ingrid

jueves, 14 de octubre de 2010

¡¡Cocino…terapia!!

Desde siempre cocinar me produce sosiego. No importa cuál sea el estado de ánimo en el que me encuentre; la cocina siempre me devuelve a ese estado plácido y sereno de ‘¡mmmmhh qué bien estoy!'.

Este lunes pasado parecía que iba a llover, tenía tiempo por delante y varios capítulos de Mad Men por ver.


No podía ser de otro modo: Brownies.


Receta:
- 150 grs. Chocolate ‘fondant’
- 150 grs. Mantequilla
- 5 huevos
- 200 grs. Azúcar
- 70 grs. Harina
- Levadura en polvo (medio sobre)
- Un pellizco de sal
- 200 grs. Frutos secos picados (los que queráis: nueces, avellanas…)
Ponemos a derretir en el microondas  el chocolate ‘fondant’ y la mantequilla. Mientras, en un bol trabajamos con la batidora los huevos y el azúcar hasta que esté bien espumoso. Llegados a ese punto, añadimos poco a poco la harina, la levadura y el pellizco de sal y trabajamos hasta homogenizar. A continuación mezclamos con los frutos secos. Y finalmente, añadimos el chocolate y la mantequilla.
Horneamos en un molde engrasado unos 20 minutos a 180º.

Después me acordé de una amiga a quien los brownies hacen perder la cabeza y decidí hacerla sonreír:


Bueno, y ahora contadme vosotr@s:



¿Usáis la cocina como terapia? ¿Cuál es vuestra receta favorita?

Besos,
Ingrid

miércoles, 13 de octubre de 2010

Petits plaisirs…

Alguien dijo que la felicidad no consiste en un estado permanente de alegría, sino en la certeza de que uno se encuentra en el camino adecuado. Bueno, y  a lo largo de ese camino, ¿por qué no procurarnos pequeños placeres que lo hagan todo digamos más… brillante?.
Somos espectadores de nuestra propia rutina sin darnos cuenta que quizás no podemos cambiar lo que vivimos pero…
(Ojo, que ahí va el truco)

      ¡Sí podemos cambiar cómo lo vivimos!

Hoy voy a hablaros de cómo he conseguido dar un giro radical a mis mañanas…
Empecemos por el principio: EL DESAYUNO


Durante muchos años éste fue mi desayuno:

Así; tal cual y al desnudo. A tan solitarios elementos sumadles una enorme prisa para no sé qué y un ir corriendo hacia no sé dónde.
Hasta que un día decidí ‘cocoonizarlo’ añadiendo unos toques por aquí, algo para comer y una florecita por allá.

Y ya puestos, ¿porqué no en la cama cual marquesa despreocupada? :)


Aunque quizás lo más importante es que cambie de actitud y decidí exprimir mucho más mis muy codiciadas mañanas libres.
Como podéis ver, nunca desayuno sola... Este es Freud, mi querido felino, que me acompaña mientras desayuno... y también después!!



Y ahora decidme:

 ¿Habéis ‘cocoonizado’ vosotr@s algún momento del día? 

Besos,
Ingrid